La otitis


La presencia de pelo en el interior del oído crea un entorno cerrado que favorece el crecimiento de bacterias, sobre todo en perros con orejas caídas.

 

Este pelo también permite que las púas de ciertas hierbas lleguen al interior del conducto auditivo; si alcanzan el tímpano, pueden perforarlo.

Para prevenir estos problemas, es esencial una buena higiene:

Mantener limpios los pelos del pabellón auricular y arrancar los pelos de la entrada del conducto auditivo. Nunca limpie el propio conducto auditivo, ya que un bastoncillo de algodón sólo comprimirá aún más el cerumen.

Añada regularmente ácido bórico al conducto para limitar la fermentación.

En el coche, no permita que el perro saque la cabeza por la ventanilla.

Después de cada baño, limpie el interior de las orejas con una toalla.

Atención: rascar y sacudir la cabeza del perro puede reventar un vaso del pabellón auricular, creando un ohematoma que requerirá cirugía.

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