La tos de las perrerasLa tos de las perreras también se conoce como traqueobronquitis infecciosa. |
Esta enfermedad está causada por la acción combinada de varios factores: bacterias (la principal es la Bordetella Bronchiseptica) y virus (principalmente la Parainfluenza canina y un adenovirus). Es extremadamente contagiosa.
La tos de las perreras afecta sobre todo a los perros jóvenes (pero también a otros animales) y, aunque no suele ser grave, es mortal en el 20% de los casos si no se trata, y puede causar neumonía.
La enfermedad se transmite por el aire. Por lo tanto, es muy contagiosa y todos los animales de riesgo (perros que viven en grupo, que participan en espectáculos, en adiestramiento, etc.) deben ser vacunados. Los síntomas comienzan 3-4 días después de la infección.
Dependiendo de si la tos es seca o grasa, el veterinario recetará un antitusígeno, antiinflamatorios o antibióticos. Aunque éstos no actúan sobre los virus, son activos sobre las bacterias y previenen las sobreinfecciones. En algunos casos, pueden añadirse broncodilatadores para ayudar al perro a respirar con más facilidad. El perro también necesitará descansar.
La mejor prevención para los animales de riesgo es la vacunación. Puede hacerse desde el primer mes de vida. Tras la primera inyección, es necesario un refuerzo un mes después, seguido de un refuerzo anual. Existen varias formas de vacuna, una de las cuales es un aerosol nasal, que se tolera muy bien y puede administrarse precozmente. La vacuna tarda unos días en hacer efecto, así que espere una semana si tiene que poner a su cachorro en contacto con otros animales.
Hay que aislar a los perros enfermos y limpiar las instalaciones.