En homenaje a

A Max, nuestro bebé


Gracias a

Tu amorosa mamá y papá

Llegaste a nuestras vidas, qué felicidad mi bebé.

Pero duró poco, a los 6 meses sufrías displasia como un perro de 10 años.

El veterinario que consultamos quería acortar tu vida pero yo no quería, ya te quería como a mi propio hijo.

Así que consultamos a otro veterinario y nos dio esperanzas, y nunca podré agradecérselo lo suficiente, porque después de la operación nos diste felicidad durante 13 años, luego nos dejaste el 6 de mayo de 2000, pero para nosotros aún era demasiado pronto, te echamos mucho de menos pero siempre estarás en nuestros corazones, te queremos cariño, aún te echamos de menos.

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