En homenaje a

El Milou sin correa


Gracias a

Christine

Te adopté en el SPA en 1998 e hice todo lo posible para que pasaras tus últimos años en paz.

Eras especialmente guapo y lleno de encanto.

Tenías unos ojos muy expresivos, unos ojos que nunca olvidaré y que nunca veré en otro perro.

Trajiste felicidad a la familia durante 4 años.

Desgraciadamente tus problemas de salud no hicieron más que aumentar en tus últimos años, debido a los malos tratos que te hicieron vivir sólo 9 años y medio.

Cerraste los ojos el 05 de junio de 2002.

Nunca te olvidaré, mi dulce Milou.

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