En homenaje a

Eva, mi corazón perdido


Gracias a

Marie-Ange

Desde temprana edad, tuviste una debilidad.

Una debilidad causada por el maltrato de un comerciante sin escrúpulos.

Siempre fuiste un encanto...

Un corazón rodeado de pelo...

Un modelo de ternura...

Con Océane, Nadie y Blanko, fuiste una hermana extraordinaria, siempre dispuesta a compartir.

Toda tu vida te cuidaron, te mimaron y te quisieron como a una niña.

Desgraciadamente, a los 14 años, agotada por tu enfermedad, cerraste los ojos en los brazos de mi marido.

Ahora estás en este paraíso, en compañía de todas esas almas valientes que pasaron una corta vida con nosotros los humanos.

Nunca te olvidaré, mi dulce Eva, te quiero.

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