En homenaje a

Mi hermosa


Gracias a

Cécile

Cuando la vi crecer Era mi compañera, me encantaba verla correr por la casa.

Cuando la vi envejecer, era mi niña.

Aunque me obedeció toda su vida.

Cuando la vi morir, supe que ese día había llegado.

El final de un hermoso amor, porque me fuiste fiel.

Una sierva devota.

Tu amor fraternal nunca te falló.

Te amé, mi perro.

Y mi pena por ti nunca se desvanecerá.

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