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Tienes los ojos de la ternura Pero nunca te he tenido con correa Eres mi perro Eres mi mejor amigo Contigo no hay preocupaciones Me escuchas con ternura Tú eres mi perro Eres mi diosa Tus ojos están llenos de cariño Oh la, la la qué bueno es Iremos muy lejos juntos Contigo llegaré muy lejos
La que me hizo compañía Tarde esa noche se fue Hablé con ella para tranquilizarla Porque sentí su pánico La acaricié durante mucho tiempo Su vida se escapaba lentamente Le hablé en voz baja Para que se le pasara Su respiración se hizo más lenta En unos momentos todo había terminado Le dije: ¡Vuelve a tu paraíso! Tú, mi dulce perrita En esta tierra, ¡has sido nuestra reina!
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