A ti, perro desconocido Creíamos que eras malo Nos cruzamos Mi mano estaba sobre ti Me aceptaste Nos volvimos a encontrar Aullaste a la muerte Te acaricié Volviste a empezar Y un día ¡desgracia, tu pata rota! Una nota en tu collar Y luego nada, el vacío, ¡¡¡qué pena!!! ¡Siempre estás en mi corazón!