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Ya no estoy aquí, déjame ir porque tengo tantas cosas por hacer y ver. No llores cuando pienses en mí, agradece los hermosos años en los que te di mi amor. No te imaginas la felicidad que me has dado. Te agradezco el amor que me has demostrado, ahora es tiempo de que viaje sola. Durante mucho tiempo te afligirás, pero la confianza te traerá consuelo y consolación. Sólo estaremos separados por un tiempo. Deja que los recuerdos alivien tu dolor. No estoy lejos y la vida sigue. Si tienes una necesidad, llámame y vendré aunque no puedas verme ni tocarme, allí estaré, y si escuchas a tu corazón sentirás claramente la dulzura del amor que te brindaré. Cuando llegue el momento de tu partida, estaré allí para darte la bienvenida en el puente del arco iris. Todos nuestros recuerdos, tu ternura, tu amor, tu bondad me los llevo conmigo.
Te querré siempre.
Te quiero, mamá mía.
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