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Perro búlgaro |
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No está reconocida por la F.C.I. |
Origen |
Bulgaria | |
Traducción |
Francis Vandersteen |
El perro búlgaro, también conocido como Barak búlgaro, es una raza canina antigua. La palabra "Barak" procede de una antigua palabra turca que significa "peludo" y describe el pelaje de estos perros de trabajo entrenados para el olfato. Como su nombre indica, estos perros utilizan su olfato para rastrear pequeños mamíferos. Pero más que eso, son capaces de cazar y matar algunos de los tipos de animales más temibles, como el jabalí, que antaño vivía en la región de los Balcanes. Los baraks son perros activos a los que les gusta pensar por sí mismos, no saben seguir instrucciones y pueden ser difíciles de controlar. Aunque tienen buen carácter, su carácter rastreador hace que no sean adecuados como primeros perros y que, por lo general, se lleven mejor con un adiestrador experimentado. El perro búlgaro tiene una historia larga y misteriosa. Se cree que la historia de sus orígenes se remonta a hace más de mil años, a una época en la que no se llevaban registros. Hay dos teorías dominantes sobre la creación del Barak. La primera se refiere a los perros criados por los antiguos tracios, mientras que la segunda teoría se refiere a la invasión de los turcos. Sea cual sea la verdad, es indiscutible que la región de los Balcanes era una importante encrucijada donde se encontraban o pasaban diferentes pueblos. Es totalmente razonable que los perros que acompañaban a los viajeros en la antigüedad se cruzaran con perros de la región. El resultado de este cruce, hace tanto tiempo, se convirtió en lo que hoy consideramos dos líneas distintas de perros de caza considerados autóctonos de la región. Una de las razas es de pelo duro y se conoce como sabueso búlgaro (o barak búlgaro), mientras que la otra es lisa y de color negro y beige, y se conoce como sabueso búlgaro (o gonche). El éxito del Barak se debe a sus inigualables habilidades de rastreo y a un carácter férreo que les confiere el valor necesario para enfrentarse a terribles jabalíes. El Sabueso Búlgaro es un perro de tamaño mediano a grande con una silueta similar a la del Beagle. Son de constitución sólida pero delgados, con patas bien proporcionadas y una proporción sensata con la cabeza y el hocico. La característica que más distingue al Sabueso Búlgaro de otros perros similares es su pelaje. La naturaleza peluda del sabueso búlgaro se presta bien al apodo de Barak (que significa "peludo"). Sin embargo, no se trata de un pelaje largo y rizado que cuelga en trenzas, sino de un pelo más grueso y ligeramente ondulado que crece unos 6-7 cm de largo. El sabueso búlgaro está disponible en una gama de colores que incluye el negro, el blanco, el marrón, el gris, el rojo y el óxido; y es más a menudo bicolor o tricolor, con una zona de la silla de montar de color más oscuro. Comprender el carácter del Barak significa entender el trabajo para el que fue criado. Consistía en seguir un rastro y seguirlo por terrenos accidentados. Esto explica su obsesión por los olores, de los que puede ser difícil distraerlos. Otra característica de su carácter es que el perro corre con frecuencia delante de su dueño y luego ladra para señalar su posición. Esto ha permitido a sus dueños localizarlos y alcanzarlos. En la práctica, esto hace que los Barak sean inmensamente independientes y librepensadores, por no hablar de ruidosos. Aunque es un buen rasgo en un sabueso, puede ser un animal frustrantemente desobediente. Como muchos perros de caza, el sabueso búlgaro tiende a formar un fuerte vínculo con su amo. Una vez que han aprendido a pedir consejo a su dueño, se convierten en animales devotos, siempre que éste satisfaga sus necesidades de estimulación mental y ejercicio. Otro factor a tener en cuenta es su fuerte instinto de caza. Un Barak no puede distinguir entre un conejo salvaje y un querido conejo de compañía. Para el perro, ambos son presas y las cosas no van a acabar bien. El resultado es que los Barak son compañeros de hogar incómodos con otras mascotas y este es un escenario que debe evitarse. El Barak es un perro inteligente, pero puede tener dificultades para concentrarse en la instrucción. Esto se debe a que se distraen fácilmente con su nariz y son propensos a utilizar su propia iniciativa en lugar de seguir instrucciones. Sin embargo, con un adiestrador experimentado, pueden lograr grandes cosas, especialmente utilizando métodos de adiestramiento basados en recompensas. El adiestrador sabio utiliza el olfato del perro para estimular su mente haciéndole seguir un rastro de olor. Las sesiones de adiestramiento deben ser divertidas e implicar movimiento para sacar lo mejor del perro. Considere la posibilidad de adiestrarlo al aire libre y pedirle al perro que lo busque, en lugar de hacerlo en un aula donde tenga que permanecer sentado. Recuerde que se trata de un perro al que le gusta estar en movimiento, no sentado aprendiendo. |