Ansiedad de separación en los perros |
Tu perro es bueno y tranquilo cuando está contigo. Pero cuando te vas, vuelves a una escena de desolación: sofás devorados, el suelo manchado de orina y heces, y los vecinos agotados por el ruido. Esto no puede seguir así.
El perro «aislado del mundo»
A pesar de la amistad que nos une a nuestros amigos caninos, a veces nos resulta imposible dedicarles toda la atención y el tiempo que necesitan. De hecho, las obligaciones de la vida diaria pueden obligarnos a dejar regularmente al perro solo en casa durante varias horas seguidas. Pero los perros son animales sociables a los que les encanta la compañía, y a algunos les resulta difícil estar «aislados» del mundo todo el día. Su infelicidad se refleja en daños en los muebles, arañazos en las puertas, suciedad y ladridos. Además, la marcha y el regreso del dueño suelen ir acompañados de una mayor excitación, suciedad y ladridos. Por último, los perros que se quedan solos pueden automutilarse, por ejemplo lamiéndose, normalmente las patas. Aparecen lesiones inflamatorias en la piel. Detrás de todos estos comportamientos se esconde un estado de ansiedad.
Apego excesivo
Además del malestar asociado a la soledad, los perros pueden sufrir un trastorno del comportamiento conocido como hiperapego. El vínculo especial y tranquilizador entre un cachorro y su madre puede trasladarse al dueño que lo acoge cuando es adoptado. El cachorro se tranquiliza con esta nueva persona que le cuida y le da de comer. Esta situación es normal al principio, pero el cachorro debe despegarse gradualmente del propietario. Si no se produce este desapego, el perro sigue a la persona dondequiera que vaya, y muestra comportamientos ansiosos de ensuciamiento y destrucción cuando no tiene acceso a la persona tranquilizadora. Para evitar este fenómeno, hay que animar al cachorro a entrar en contacto con varias personas y no sólo con una, y mostrar claramente al recién llegado su lugar en la jerarquía familiar (come después de ti, tiene su propio lugar para dormir, etc.).
Soluciones
La ansiedad puede tratarse con terapia conductual. Hay una serie de consejos que ayudan a reducir esta ansiedad: cuando esté en casa, sólo interactúe con su perro cuando usted haya decidido hacerlo. Su perro no debe ser quien inicie las interacciones, los juegos y los contactos. No dejes que tu perro te siga a todas partes y prohíbele el acceso a determinadas habitaciones de la casa. Durante media hora antes de salir, ignore a su perro. También es conveniente que maneje las llaves y el abrigo de su perro a horas que no coincidan con su salida. Cuando vuelvas, no prestes atención al perro hasta que se haya calmado. Si el perro ha hecho daño, no lo castigue. Limpia lo que haya hecho. En algunos casos, estas medidas de comportamiento no son suficientes y es necesario administrar al perro una medicación específica. También existen pequeños dispositivos eléctricos que difunden feromonas calmantes para el perro.