Caminar con correa... paso a paso

 

Pasear con correa es un aprendizaje que consiste en conseguir que un perro camine pegado a su dueño, sin tirar de él y sin adelantarle.

Por lo tanto, usted debe ser capaz de pasear a su Labrador, y no de ser paseado por él, como desgraciadamente sigue ocurriendo muy a menudo con los propietarios de perros grandes. Pasear a su Labrador no debe convertirse en un calvario para usted y, por lo tanto, en un acontecimiento poco frecuente para su perro.
La meta
La correa debe parecer virtual para usted, sabiendo que nunca lo será para su perro. Él sabe muy bien cuándo está atado o no. A través de la correa, usted comunica involuntariamente información a su perro todo el tiempo. Por lo tanto, es un medio de comunicación esencial.
En el exterior, su perro está constantemente conectado a usted mediante esta correa. Pero también suele estar más atento a lo que ve fuera que a su dueño. Sin embargo, podrá percibir (a través de la correa) sus cambios de dirección (sin mirarle) y cualquier tensión que pueda sentir al encontrarse con otro perro...

¿Cuándo debe empezar el adiestramiento?
Puedes empezar a adiestrar a tu cachorro en cuanto tenga edad suficiente para salir.
Para ello, primero tendrás que acostumbrar a tu cachorro a llevar collar, y después correa y collar, en casa, asociándolo primero a situaciones agradables: juegos, caricias, etc. Evita ponerle correa y collar sólo cuando estés fuera, por ejemplo, ya que entonces el cachorro podría asimilar estas nuevas limitaciones cuando te marches.
Una vez en la calle para tus primeras salidas, adapta tu paseo a los movimientos del cachorro para que su contacto con la correa no le parezca una limitación. A continuación, empieza a imponer gradualmente tu propio recorrido, que irás variando cada vez: el cachorro debe aprender a caminar a tu lado de forma regular, sean cuales sean los estímulos que encuentre por el camino. Haz un recorrido que combine líneas rectas y trayectorias curvas, da la vuelta... Y, por último, varía el ritmo durante el paseo. Durante todo el ejercicio, no dejes de recompensar al cachorro con caricias, háblale alegremente y anímale.
A continuación,

  • Si tira demasiado fuerte, dale un suave tirón de la correa, posiblemente acompañado de un «no» firme.
  • Anímale si arrastra, con gestos que le estimulen: pequeños golpecitos en la pierna a su altura, etc.

También puedes enseñarle a detenerse en los bordillos. Esta secuencia ayudará al cachorro a calmarse cuando los estímulos externos sean demasiado fuertes.
Lo que no debe hacer

  • Elegir una correa retráctil (antieducativa) que no permita una buena comunicación entre usted y su perro.
  • Utilizar una correa demasiado larga o demasiado corta: la correa ideal es corta, adaptada al tamaño del perro, y de entre 40 cm y 1 m de longitud.
  • Elegir un entorno con demasiados estímulos para sus primeras salidas: no deberías tener que luchar contra un entorno más interesante para él que el adiestramiento que le estás ofreciendo.
  • Realizar sesiones demasiado largas: como en todo aprendizaje, es mejor limitarse a unos minutos al día para evitar cansar a tu cachorro y también a ti mismo.

En resumen, ten paciencia, ponte en las condiciones adecuadas cada vez e insiste en el aspecto lúdico.
Este adiestramiento, obligatorio para cumplir la ley, puede realizarse incluso con un perro adulto, o incluso de edad avanzada, que nunca antes haya aprendido a utilizar la correa.

Texto: Dra. Veterinaria Muriel Alnot

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