Consejos para enseñar a tus cachorros a ir al baño |
A veces se oyen historias de cachorros que aprenden a ir al baño en pocos días. Es fantástico, pero ocurre muy pocas veces. No pienses que te va a pasar a ti.
Es cierto que puedes influir mucho en el tiempo que tarda un cachorro en aprender a hacer sus necesidades.
Durante los primeros días, coloca periódicos en distintos lugares.
Observa a tu cachorro. Su comportamiento te indicará cuándo tiene que hacer sus necesidades.
Hará círculos u olisqueará el mismo sitio, sobre todo después de la comida o la siesta. Si tienes jardín, prueba a sacarlo fuera en ese momento, siempre en el mismo lugar que hayas elegido y dándole una orden (por ejemplo, «Ve a hacer pipí»).
Después, no olvides darle una recompensa cada vez.
El objetivo de esta acción es enseñarle a hacer sus necesidades fuera, no a jugar.
A veces, el cachorro se divierte tanto que lo único que hace es jugar y se olvida de hacer sus necesidades: no quiere perderse nada en este nuevo mundo.
Por eso, cuando llega a casa, hace sus necesidades dentro porque no ha tenido tiempo de hacerlas fuera.
Lo ideal es que, una vez que el cachorro haya hecho sus necesidades, lo lleves dentro de casa inmediatamente.
Puede que llegues demasiado tarde y haga sus necesidades dentro, pero no tiene sentido corregirle ni meterle la nariz en sus heces. El único resultado será que tu cachorro te tendrá miedo.
Cuando tu cachorro haya ensuciado su caseta o cesta, no tiene sentido dejarlo allí unos días para castigarle.
El cachorro aprenderá que es perfectamente normal dormir en una caseta o cesta que él mismo ha ensuciado, y esto será más difícil de corregir.
Del mismo modo, cuando no parezca hacer nada, colóquelo en el lugar previsto para que se acostumbre.
Si, al cabo de unos instantes, el cachorro ha hecho algo, recompénsele. Esto le ayudará a acostumbrarse más rápidamente.
Asegúrate de que el lugar no esté demasiado lejos ni demasiado lleno. Enséñale que hay diferentes lugares para hacer sus necesidades, de lo contrario, cuando estés en casa de otra persona, tendrás un problema porque no encontrará su lugar habitual.
Si no quieres que tu cachorro siga haciendo sus necesidades en el jardín, no lo utilices como zona de entrenamiento.
Si vives en un piso, no siempre llegarás a tiempo. Coloca periódicos en distintos lugares.
Pon al cachorro sobre los periódicos cada vez que coma, juegue o haga la siesta.
Al cabo de unos días, la mayoría de los cachorros están «limpios de periódicos».
Reduce poco a poco el número de periódicos hasta que acabes teniendo sólo uno delante de la puerta principal.
Una vez que te hayas deshecho de ellos, el cachorro se acercará a la puerta y sabrás cuándo quiere hacer sus necesidades.