Un azote para la cría

 

El herpesvirus canino causa problemas reproductivos en las perras, permanece en el organismo y puede reactivarse en determinados momentos de la vida. Machos y hembras se infectan durante la gestación, en el parto o durante el apareamiento. Se pueden tomar medidas sanitarias para limitar la propagación del virus.

Criadores y veterinarios hablan cada vez más del impacto del herpesvirus en la fertilidad canina. Si bien es cierto que la infección por herpesvirus canino causa problemas reproductivos - mortalidad neonatal, infertilidad, abortos, mortinatos - hay que recordar que la infertilidad puede deberse a diversos factores (gestión de los periodos de cría, alimentación, higiene, condiciones de vida, etc.). Los avances en los métodos de diagnóstico han mejorado el conocimiento de los veterinarios sobre los agentes infecciosos responsables de los problemas reproductivos en perros, que hasta hace poco se consideraban de importancia secundaria. Tener en cuenta estos agentes infecciosos -algunos ya conocidos, otros más recientes (herpesvirus, Brucella canis, etc.)- representa un avance en el tratamiento de la infertilidad en las perras.
El herpesvirus canino (CHV) es un virus ADN específico de los perros. Como todos los herpesvirus, tiene la particularidad de permanecer en el organismo que infecta durante largos periodos de latencia. Una vez curada la infección, el virus puede reactivarse en respuesta a un estrés en el organismo, provocando de nuevo síntomas (en el ser humano, el virus de la varicela permanece en el organismo de por vida y más tarde puede causar herpes zóster).

Tres vías de contaminación

El virus de la varicela está presente en muchos países. En Francia, su incidencia no se conoce con precisión. El virus se transmite a los perros por tres vías
oronasal (los cachorros son contaminados por su madre al nacer a través de las secreciones), venérea (durante el apareamiento) y a través de la placenta (los cachorros se contaminan durante la gestación).
Todas las secreciones genitales de los individuos contaminados, así como los excrementos, envolturas fetales y excreciones de los cachorros enfermos contienen el virus y, por tanto, son infecciosos. Es importante proteger a los perros sanos de estos contaminantes. El HVC causa una enfermedad -herpesvirosis- que se da sobre todo en las comunidades de cría, pero también infecta a perros particulares. La enfermedad suele ser inaparente en adultos sanos. El virus tiene afinidad por las mucosas.
Dependiendo de dónde entre en el organismo, se desarrolla en la mucosa nasal, faríngea o genital. Entra en una fase latente o se propaga por todo el organismo a través del torrente sanguíneo; algunos perros también pueden eliminar el virus de forma permanente. Esta evolución depende de la respuesta inmunitaria del perro infectado. Cuando la respuesta inmunitaria es buena, la infección puede permanecer latente durante varios meses.

Mortalidad neonatal

Si la respuesta inmunitaria es insuficiente, el CVH infecta los órganos: hígado, bazo, corazón, riñón, donde provoca hemorragias. Esto ocurre sobre todo en cachorros de menos de tres semanas. En los cachorros de más edad, el virus provoca síntomas locales como rinitis, faringitis y conjuntivitis. Debe sospecharse la existencia de herpesvirosis en un criadero cuando se observan muertes de cachorros de menos de tres semanas y se constata infertilidad en las perras. El examen clínico puede ayudar a establecer el diagnóstico si el veterinario observa vesículas en la mucosa vaginal. La necropsia de los cachorros recién nacidos muestra lesiones características de los órganos afectados cuando la CVH está implicada. El diagnóstico de laboratorio permite identificar el virus con certeza. Utiliza varias técnicas aplicadas a los órganos de los cachorros recién nacidos, hisopos vaginales o prepuciales, y también amígdalas. Los análisis de sangre son poco útiles para diagnosticar la herpesvirosis canina porque el VHC es poco inmunógeno (no desencadena una respuesta inmunitaria fuerte en el organismo) y un perro portador puede tener serología negativa. Además, los cachorros infectados mueren muy rápidamente y no tienen tiempo de sintetizar anticuerpos.

Excluir a los reproductores infectados

La prevención de la herpesvirosis se basa en excluir de la cría a los perros y perras infectados, tras un diagnóstico preciso del veterinario, que pasa por el laboratorio. Los intercambios de reproductores deben limitarse. Si el virus se transmite por el semen, el uso de semen congelado no está exento de peligros. Las medidas sanitarias, recomendadas por el facultativo, pueden limitar la propagación del virus (en particular, aislamiento de la futura madre al final de la gestación y durante las primeras semanas de lactancia, control de la higiene general y cuidados de los recién nacidos).
Afortunadamente, el CVH es frágil y sensible a los desinfectantes, la luz ultravioleta y el calor. Por lo tanto, los locales deben desinfectarse periódica y correctamente, con productos adecuados, para reducir la carga viral.

Causa infertilidad en las perras

En las perras preñadas, la infección por el herpesvirus canino (CHV) o su reactivación debido a una inmunidad reducida durante la gestación puede provocar daños en el útero. El virus causa muerte embrionaria temprana, reabsorción fetal, momificación fetal, abortos y cachorros nacidos muertos. La muerte embrionaria, la reabsorción y la momificación fetal llevan a los criadores a creer que la perra se queda vacía tras el apareamiento, cuando en realidad estaba llena pero los fetos no se desarrollaron.

Síntomas discretos y latencia en adultos

La infección de perros adultos sanos por el herpesvirus canino (CHV) provoca síntomas discretos. Pueden observarse lesiones típicas del herpesvirus, conocidas como vesículas, en las membranas mucosas, que se ulceran y luego cicatrizan en 1 ó 2 semanas. El VHC permanece latente en el organismo tras la desaparición de los síntomas. Se reactiva con el estrés -calor, gestación, enfermedad, etc.- y vuelve a ser excretado por el perro o la perra, que pueden contaminar a otros cuando se aparean.
Los análisis de sangre son poco útiles para diagnosticar el herpesvirus canino: un perro portador puede tener serología negativa...

Comunicado de prensa de Merial. Distribuido por Biokema.
Cortesía Chiens 2000.
Méd. Vét. Valérie Duphot.

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