Todos los años esperamos con impaciencia la primavera: las primeras flores, los primeros aromas, los primeros rayos de sol que calientan tan bien nuestros cuerpos y nuestros espíritus...
Todo es bello en la naturaleza... Este año no puedo ver esas flores, no puedo sentir esos dulces rayos de sol, todo es gris en mis ojos y en mi corazón: Chico, Iolfy y Jéween sólo tuvieron tiempo de ver a nuestras golondrinas volver a nuestro granero; las golondrinas que volvieron antes que en años anteriores, como si no quisieran perderse volver a veros a los tres...
Nunca tuve el deseo o la necesidad de llamarte otra cosa que "mi dulzura", incluso cuando eras tú quien decidía acostarse con Rudley, o Rooper, o... tal vez Unex... la imagen de tu dulzura era el remedio para tus caprichos.
Nunca te faltó atención hacia tu único hijo Otton al que mimabas, demasiado mimabas; le permitías hacer de todo, incluso estornudar... pero... ¡¡¡no más de 2 veces seguidas!! para los demás: estaba prohibido, te enfadabas... ¡¡y mucho!! en agradecimiento siempre respetaba las leyes que le imponías; una complicidad muy grande os unía.
Te encantaba enseñar a cada cachorro que se quedaba con nosotros.... 1ª lección: enseñarle a trepar por las piedras de la valla de nuestra propiedad; 2ª lección: desenterrar lombrices, arrancarlas y dejarlas caer como una goma elástica; 3ª lección: perseguir ratones, atraparlos, lanzarlos al aire y ... comprobar que estaban aturdidos; pero tuviste la amabilidad de reanimarlos para verlos correr de nuevo, atraparlos de nuevo, ... ¡qué lección para el cachorro que, sentado, no se perdió ni una! Lección 4: 3 veces al día sacabas al cachorro a pasear por nuestro prado... advertencia: estrictamente prohibido correr en todas direcciones: tenía que seguirte a 1 metro de distancia y dar la vuelta al prado a lo largo de la valla para aprovechar la sombra; 5ª lección: túmbate en la hierba a la sombra del gran manzano de nuestro prado que adorabas, ¡para una merecida hora de descanso! el cachorro: prohibido moverse, sólo respetar este descanso; oh, se me olvidaba: el "top del top": enséñale a esconderse detrás de nuestros abetos (preferiblemente el más grande) cuando te llamaba y te buscaba para la siesta; ¡mi dulce, mi líder de revisión!
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