En homenaje a A mi querida CléoGracias a Nathalie |
Te adoptamos el sábado 30 de agosto de 2003. Ya habías sido adoptado 7 años antes, así que también habías sido abandonado dos veces. En cuanto te vi, me enamoré de ti y supe que estábamos hechos el uno para el otro. Mi Cléo, eras mi hija y nunca me decepcionaste. Eras tan hermosa y aún joven, tenías 10 años cuando la vida decidió que ya habías permanecido demasiado tiempo en esta tierra donde hay demasiado horror. Así que el viernes 8 de abril de 2005 tuve que tomar una de las decisiones más difíciles de mi vida, no dejarte sufrir más y aceptar que fueras al cielo de los perros. El veterinario fue realmente perfecto, hizo todo lo posible para que te fueras con suavidad y yo me quedé contigo hasta el final. No podría haber hecho otra cosa por ti, mi fiel compañero. Lo intentamos todo para salvarte, pero esta parálisis inexplicable era algo contra lo que no podíamos hacer nada. Pensar que duró 3 semanas, al principio apenas podías caminar y al final apenas podías arrastrarte, ya no podía soportar verte sufrir así. Nunca olvidaré tu mirada dulce y cariñosa cuando nos veías, ni tu mirada triste cuando te dabas cuenta de que ya no podías correr ni jugar con los niños. Mi Cléo, mi amiga, si me ves ahora escribiendo estas líneas, puedes ver cuánto sigo sufriendo por tu marcha. Durante mucho tiempo lloraba cuando veía un Labrador, pero nunca había visto uno tan bonito como tú. Cuando fui al SPCA, tiempo después no tuve el valor de volver a acoger a un Labrador, así que adopté a Roucky, un Cocker Spaniel bebé, y hace unos días tenemos a Lucky, un perrito tipo Yorkshire que debe de haber sido abandonado. Está tan flaco y necesita tanto cariño que no soporta estar solo ni un segundo. En cualquier caso, que sepas mi Cléo que estés donde estés, no te olvidaremos y nadie te sustituirá en nuestros corazones. Tu familia siempre te querrá. |