En homenaje a

A Rocky, que se fue al cielo el 26 de octubre de 2004


Gracias a

Dan

Nos has dejado hoy, 26 de octubre de 2004, es como si se hubieran llevado un trozo de mi corazón, estoy toda perdida, me duele mucho Rocky, eras mi compañero, mi compañero de fatigas, lleno de amor en tus ojos, lleno de bondad, siempre dispuesto a salir a correr o a abrazar, eras un perro fantástico pero la vida decidió otra cosa.

Tenías una hernia discal, estabas paralizado de las patas traseras, vino la veterinaria, dijo que era una trombosis, te dimos aspirinas durante un mes y de milagro volviste a caminar.

Estábamos contentos, todo iba mejor, habías vuelto a la normalidad y entonces hace quince días volvió a pasar, volvió y el diagnóstico fue trombosis otra vez, fue entonces cuando pensamos que era extraño, por la noche empezaste a aullar así que llamamos a la veterinaria que no sabía qué hacer, dijo que se sentía impotente ante tu enfermedad.

Llamamos al veterinario de guardia, que vino y te puso una inyección para el dolor, luego fuimos a Bruselas a ver a un especialista que nos dijo que estabas condenada porque tenías la médula espinal afectada, quería eutanasiarte pero no quisimos, te llevamos con nosotros, no podías moverte aparte de tu cabecita.

Fuimos a la Fundación Príncipe Lorenzo, que nos remitió a un especialista porque no sabían qué hacer, estabas demasiado afectada.

Y hoy fuiste a ver a un 3er especialista que dijo que ya no había nada que hacer, le rogamos que te operara, dijo que no era una trombosis sino una hernia que se había desarrollado y subía hasta la médula espinal y que si te mantenían con vida, sufrirías enormemente porque según él ya habías sido muy valiente porque ya habías sufrido en silencio y que para que pudieras irte con dignidad, había que practicarte la eutanasia.

Y esa fue la pregunta más dolorosa que nos habían hecho nunca, era casi como si tuviéramos que hacer el papel de Dios, tu perro está vivo y tienes que decidir practicarle la eutanasia porque va a sufrir en los próximos días, porque la infección se le está yendo a la cabeza, a las cervicales.

Dios mío, te quiero, mi pequeño Rockitou, como te llamábamos, eras la cosa más dulce, aún queríamos acogerte pero no hubiera sido digno de ti hacerte sufrir.

Así que el 26 de octubre de 2004 sobre las 6.30 de la mañana, te dormiste con los últimos mimos hasta el final, te echo tanto de menos mi Rockitou, sé feliz en el cielo de los perros porque allí ya no sufrirás más y harás muchos amigos que están en este maravilloso sitio y rindo homenaje a todos tus amigos que están en el sitio de Milouchou.

Nunca te olvidare, solo tenias tres años y eras un hermoso Bulldog Frances, una bola de amor, espero superar el dolor un dia porque me duele mucho la garganta de llorar.

Te queremos Rocky d'amour.

Adiós.



Tú mi Rocky, mi pequeña bola blanca de amor
Tú que nos hacías reír y nos hacías felices
Tú que nos mirabas con tus ojitos llenos de amor
Siempre estabas ahí cuando necesitábamos tus mimos
Eras tan amable y simpático, eras parte de nosotros, parte de nuestra familia, parte de nuestros corazones y parte de nuestras alegrías.

Desde que te has ido, no hay día que pase que no pensemos en ti

Te echamos tanto, tanto de menos

Una promesa que puedo hacerte es que nunca jamás te olvidaremos, y lo único que puedo decirte es que sentimos haberte perdido tan pronto, porque sin ti no hay nada, un trocito de nosotros se ha ido.

Te queremos Rocky y siempre estarás en nuestros corazones.

No hay comentarios