En homenaje a MannixGracias a © Lilly |
Eras tan pequeño, gris y blanco, acurrucado contra el suave pelaje de tu tierna mamá... Y yo te adopté, te llevé a casa conmigo... Cuando pienso en ti, en tu mirada de amor, en tus juegos frenéticos, en nuestras risas de niños, se me oscurecen los ojos y se me hace un nudo en la garganta, mi dulce compañera... Has tenido tus problemas, un hombre te ha herido, te ha dejado un zarpazo, ¡oh mi dulce inocente! Y tu vida fue así, entonces en tus tres patas, pero tu corazoncito cariñoso te hizo la más bella... Oh mi gato, yo te amaba... Cuando pienso en ti, mis ojos se empañan de lágrimas, y cómo echo de menos ahogar mi cara en tu suave vellón... |