En homenaje a Tompoko, mi Husky MalamuteGracias a Laetitia |
Quiero rendir mi último homenaje a mi perro que murió el 25/08/04 de una enfermedad transmitida por las ratas [Leptospirosis]... Era el mejor, el más bonito (para mi gusto) y el perrito más bueno que he conocido. Este perro era un Husky Malamute (su bisabuelo era un lobo) asi que tengo que ponerte en esta pagina para demostrarte que nadie mas reemplazara el lugar que tu tenias en mi corazon. Quería decirte, Tompoko, que te quise de verdad con todo mi corazón, viví los mejores momentos de felicidad contigo. Tu muerte fue lo peor que me paso en la vida, quiero que sepas que donde quiera que estes, siempre pensare y llorare por ti y que me diste 8 años y medio de pura felicidad, nunca podre decir eso lo suficiente... ¡Siempre recordaré el día que llegaste a casa! Una bolita de pelo que todo el mundo acariciaba y te sentías como en casa, era TU casa... Pero desgraciadamente, 8 años y medio después, te tuvieron que llevar de urgencia al veterinario porque llevabas 2 días sin comer... Cuando llegamos, no podías moverte, estabas muy cansado y agotado. Siempre recordaré ese momento en el que estabas tumbado en el suelo, luchando por respirar, incapaz de moverte... Y no había nada que pudiera hacer por ti, nada... Creo que lo peor fue verte sufrir. El veterinario te hizo algunas pruebas y finalmente nos dijo que sólo tenías 9 posibilidades sobre 10 de morir. Rompí a llorar y el mundo dejó de girar. Ya nada me importaba excepto tu recuperación. No sabía qué hacer, si dejarte allí sufriendo o poner fin a todo tu dolor... Cuando el veterinario nos pidió que te quedaras 24 horas más, pensé que había esperanzas de que te recuperaras. Cuando llegué a casa, lloré en brazos de mamá, repitiendo con todo mi corazón que no era justo, que no te lo habías merecido, que no podías morir así... Pero al día siguiente todo estaba mejor para ti, pero aún no estabas fuera de peligro... El veterinario no podía creer la energía que tenías. El único problema era que en cuanto te quitaban el gotero no podías moverte, estabas muy débil y al borde de la muerte. Por fin, un rayo de esperanza, pero no muy seguro... ¡Que volverías a casa! Todos allí se preparaban para tu regreso... Todo el tiempo imaginando que no te volverían a ver... Pero, por desgracia, 4 días más tarde el veterinario llamó para pedirnos que viniéramos a ver cómo estabas... Y recuerdas que fue papá quien vino. Te alegraste de volver a verle porque pensabas que íbamos a sacarte de este lugar que huele tanto a muerte... Cuando lo viste, te pusiste de pie, pero por desgracia, esa fue la última vez que lo verías... Te durmieron en la camilla para que no sufrieras, pero seguías sintiendo ese líquido frío que te recorría el cuerpo... Y te sentiste mejor, realmente mejor... Ese fue el fin de todo el dolor en tus riñones. Fue el principio de todo ese sufrimiento para mí... Cuando despertaste, estabas rodeado de otros perros, entre ellos Tempête, tu amigo de toda la vida, al que querías tanto como a cualquiera de nosotros, pero desgraciadamente perdiste a Yrcko, Alika, Fripouille y Hector, al que no conocías muy bien... Cuando me desperté, sentí que algo había pasado. Me sentí abandonada, sola... No quiero volver a sentir lo que sentí aquella mañana... Y ahora sé que me estás mirando, diciéndome que no llore y que volveré a verte pronto. Y eso es lo que me hace seguir adelante, volver a verte un día, ¡tenerte en mis brazos! No podía hablar de otra cosa que de ti con mis amigos, y a menudo les decía que si algún día morías, yo moriría contigo... Pero, por desgracia, no fue así... Tú dejaste este mundo y yo me quedé... No es justo... No podía imaginarme la vida sin ti, pero tuve que hacerlo. Fue la cosa más difícil de hacer en el mundo... Pero prométeme Tompoko que nunca me olvidarás, porque yo nunca te olvidaré... Y pase lo que pase, nadie ocupará el lugar que tú ocupaste, y me refiero a nadie... |