En su tierra natal, los gatos Siamois eran venerados como guardianes de los templos. Cuando una persona de alto rango moría, su alma se reencarnaba en el cuerpo de un gato. Estos gatos eran enviados a los templos para vivir sus días en el lujo y la opulencia (buena comida en platos de oro). Así podían tener cierto poder e interceder por el alma del difunto. Cuenta la leyenda que el Siamois tenía un ligero estrabismo cuando naci, porque guardaba ferozmente los tesoros reales de Siam y los miraba tan fijamente que entrecerraba los ojos. También cuenta la leyenda que la cola del Siamois tiene un nudo o rotura. Esto se debe a que las princesas reales solían atar sus anillos alrededor de la cola del gato para no perderlos mientras se bañaban. Cierto o no, a los gatos de hoy en día no se les permite mostrar ningún estrabismo o defecto en la cola en las exposiciones felinas. Aunque se toleraban en los antiguos estándares de la raza, estas deformidades son ahora descalificantes. De hecho, los primeros gatos Siamois conocidos fueron importados del Reino de Siam y expuestos en el Crystal Palace de Londres en 1871. El Wichien-maat, como se conoce en Tailandia, fue una moda pública desde principios del siglo XX hasta la Segunda Guerra Mundial. En la década de 1960, las siluetas de la raza se habían refinado mediante selección, dejando atrás al Siamois tradicional y dando lugar a las formas esbeltas que conocemos hoy. No obstante, la morfología original se ha perpetuado, conservando las cualidades y el aspecto del antiguo tipo Siamois. El nombre Siamois permaneció, y en lo sucesivo quedó anclado a las nuevas formas, larguiruchas y muy esbeltas. Por lo tanto, fue necesario encontrar un nombre para el antiguo Siamois, que tenía un aspecto más redondeado y fornido. La raza recibió el nombre de Thaï, ya que era originaria de Siam, ahora conocida como Tailandia (Tierra de los Thais). Los clubes de la raza en Francia, afiliados al LOOF, son el EuroThaï y el Thaï Féline Club. Estos clubes participan en la elaboración del estándar del LOOF. |
El carácter del Thaï se describe como idéntico al del Siamois. Son lo que se conoce como «gatos perro». Muy afectuoso y presente, se dice que el Thaï, como antepasado del Siamés, es un gato bastante expresivo y hablador, capaz de hacerse entender en cualquier situación. Sin embargo, estos rasgos de carácter son completamente individuales y dependen sobre todo de la historia de cada gato. |