En homenaje a

Pequeño Punky


Gracias a

Pamela

Hace 5 años fui a visitar a unas personas que apenas conocía y tú estabas allí con tu hermano correteando y viniste a verme.

Eras feo porque estabas todo mojado y parecías un avestruz, pero algo pasó, me caíste bien enseguida y te llevé a casa conmigo cuando tenías 2 meses.

Te llamé Punky porque tenías una cresta en la cabeza, parecías un pequeño punk.

Todos los que te veían se reían, pero yo te quería tal como eras.

Llenaste un gran vacío en mi vida, porque en aquella época mis padres y hermanos se habían ido a vivir a Mayotte y yo me había quedado sin familia.

Siempre estabas ahí, siguiéndome a todas partes, incluso a veces eras molesto porque estabas a mis pies.

Pero hoy te echo enormemente de menos porque el sábado 10 de diciembre de 2008 te fuiste para siempre, atropellado por alguien que no tuvo a bien detenerse.

Te pido perdón, porque si te hubiera llevado antes a casa habrías cruzado la carretera con cuidado, como solías hacer, y no sin mirar, porque oías que te llamaba.

Te recogí, estabas tan calentito y te estreché contra mí, pero ya era demasiado tarde y desde entonces no he parado de llorar, te echo tanto de menos.

Eras el mejor perrito, el más dulce y cariñoso, siempre dispuesto a jugar, a hacer el tonto, te encantaba cuando te tiraba una piedra que nunca devolvías.

Espero que seas feliz donde estás, porque realmente te lo mereces.

Te he enterrado en el jardín, para que sigas cerca de mí, nunca te olvidaré, te quiero mi Punky, mi perrito y siempre te querré.

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