En homenaje a

Pequeño Snoopy


Gracias a

Mary-Sol

No sé de dónde viniste, porque te encontraron vagando, perdido y herido, y luego te encerraron en una jaula.

Por casualidad nos conocimos y cuando mis ojos se posaron en ti, supe que por fin había encontrado al compañero que esperaba.

Claro que no siempre fue fácil, tendías a huir, eras tan travieso, tan listo, que aún así conseguías escaparte.

Pero aprendimos a vivir juntos, teníamos muchas afinidades, me gustaba todo de ti, incluso tus debilidades y tus tonterías las perdonaba.

Y cuántas veces temblé cuando salías a pasear, temiendo que te hubiera atropellado un coche o te hubiera atacado otro perro.

Por la noche esperabas a que llegara a casa y cada vez era una alegría, ¡me dabas tanto amor! ¡Eras pequeño pero tenías un corazón tan grande!

Y un buen día, mientras paseábamos los dos, nos encontramos con la muerte en el recodo del camino, la muerte porque tenías los ojos locos de un sabueso furioso que no te dio ninguna oportunidad.

Tantos años de amistad y amor, hoy lloro tu ausencia y mi pena es inmensa.

Pequeño Snoopy, no tenías pedigrí pero siempre dije que eras el cruce perfecto entre una Princesse y un trovador.

Y así es como quiero seguir pensando en ello y soñando que un día por fin te encontraré.

No hay comentarios