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Me llamo Rocky, soy un pequeño y astuto Jack Russel y necesito contaros mi historia.
Un día, cuando tenía tres meses, mi ama vino a sacarme de una jaula que estaba muy triste, y a primera vista me enamoré perdidamente.
Poco a poco me fue enseñando, y dándome todo su cariño, tan puro que con el tiempo se dio cuenta de que tenía problemas de comportamiento porque me daba miedo la gente que no conocía y eso me ponía un poco agresivo y luego sobre todo no quería que nadie se acercara a mi ama, es mía, así que siguió los consejos del veterinario y funcionó bastante bien y siguió queriéndome y mimándome....
Un día, se dio cuenta de que mi malhumor a veces no iba a cambiar y para mi gran alegría, me quiso aún más y me dijo: «Sabes, te quiero como eres, eres mi corazoncito y no renunciaría a ti por nada del mundo...»
Así que me fui a buscar mi guijarro favorito al jardín y me la traje como de costumbre para jugar con ella y con Jessie, mi hermana de corazón, una pequeña y dulce Cairn Terrier.
Ya tenía 3 años y siempre estaba a su lado cuando pasaba por un momento difícil.
Y entonces, una tarde, nos sacó a Jessie y a mí al jardín para jugar y ladrar después de habernos cruzado unas cuantas veces en el huerto, mientras ella se ocupaba de sus asuntos en la casa.
De repente la vi sacándome del agua, gritando mi nombre, pidiendo ayuda y haciéndome presión en el pecho, no entendía nada y de repente viéndola llorar y metiendo a Jessie en su habitación para que no me viera inconsciente, oí «Rocky Rocky Dios mío no».
Pero yo ya estaba muerto y listo para ir al cielo de los animales.
La causa del accidente sólo la conozco yo, pero no mi ama...
Ella no lo entiende, la piscina estaba sobre el suelo y demasiado alta para meterme y yo tenía miedo del agua cuando ella no estaba, no lo entendió y se siente culpable, no oyó ni vio nada....
Ella estaba en la casa y yo en el jardín, ella que era tan recelosa y protectora, una verdadera madre cariñosa....
Y la veo llorar mucho y la oigo pensar en mí todo el tiempo.
También piensa en Nikita, la hija de sus padres, que tenía dos años y murió en un accidente de coche una semana antes que yo...
Jugamos juntas, somos felices y la queremos.
No es culpa suya, lo sé...
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