Lince ibérico |
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Es un animal salvaje |
Origen |
España | |
Traducción |
Francis Vandersteen |
La tenencia de este animal no está autorizada Real Decreto por el que se fija la lista de mamíferos no destinados a la producción que se pueden tener (M.B. 24.08.2009) |
El lince ibérico, también conocido como lince español o Lynx pardelle, es una especie del género Lynx. Actualmente existen dos núcleos poblacionales principales en el sur de España, uno en una zona montañosa (Sierra Morena) caracterizada por un paisaje de dehesa, y otro en la zona costera del Coto Doñana, caracterizada por llanuras arenosas y dunas de matorral. Su principal restricción en cuanto a hábitat es la presencia de una alta densidad de conejos y zonas tranquilas (barrancos, matorral denso) para parir. A principios del siglo XX, había unos 100.000 linces viviendo en libertad entre el sur de España y Portugal. En los años sesenta, la población se estimaba en unos 5.000 individuos en la Península Ibérica. En los años 80, la población se redujo a entre 1.000 y 1.200 individuos, cubriendo un área de unos 11.000 km2, y en 2005 sólo quedaban 160 individuos, cubriendo un área de apenas 585 km2. En los últimos años, sin embargo, la población ha vuelto a aumentar. En 2013, la población rondaba los 312 linces, frente a los 94 de diez años antes. El último recuento de 2017 contabilizó 589 felinos, 448 de ellos en Andalucía. El lince ibérico, extremadamente amenazado, vio disminuir drásticamente sus poblaciones a finales del siglo XX debido a las epidemias de mixomatosis y, sobre todo, de enfermedad hemorrágica vírica, que diezmaron a su principal presa, el conejo, y a las grandes redes de carreteras que fragmentaron su hábitat y aumentaron el número de colisiones con vehículos: las poblaciones de lince ibérico cayeron un 80% en el espacio de veinte años. Como todos los linces, el lince ibérico tiene un collar de pelo largo alrededor del cuello y orejas triangulares rematadas con un mechón de pelo negro. Sólo tiene 28 dientes, en lugar de los 30 habituales en los felinos. La corta cola termina en un manguito negro. Las patas son largas y grandes en comparación con el resto del cuerpo. El pelaje del lince ibérico es mucho más moteado que el de otras especies de linces. El peso medio del lince ibérico oscila entre 9 y 13 kg, siendo el macho generalmente más grande y alto que la hembra. La longitud total es de 85 a 110 cm, con una cola de 12 a 13 cm. La altura a la cruz es de 42 a 47 cm. El lince ibérico es un excelente saltador, gracias a que sus extremidades posteriores están particularmente bien adaptadas al salto: por ejemplo, un lince cautivo escapó saltando una valla electrificada de cuatro metros. El lince ibérico caza principalmente conejos europeos, que representan entre el 80 y el 100% de su dieta. Esto explica por qué su área de distribución se limita a la Península Ibérica. En ausencia de conejos, se alimenta de roedores, liebre ibérica, aves (perdiz roja, patos, gansos) y ocasionalmente de juveniles de ciervo y gamo. El lince ibérico ejerce una presión depredadora sobre la mangosta ichneumon, que a su vez es un importante depredador de conejos. Por tanto, la presencia del lince ibérico aumenta el número de conejos, lo que constituye un ejemplo de cascada trófica. Esta especie se encuentra en una situación crítica. Su principal recurso alimenticio, la población de conejos, ha sufrido sucesivas epidemias de mixomatosis y fiebre hemorrágica. Además, las poblaciones de linces están gravemente fragmentadas, sobre todo a causa de los monocultivos intensivos (olivos y fresas, en particular). Por ejemplo, el cultivo ilegal de fresas (que además es altamente contaminante) está invadiendo más de 100 hectáreas en el Parque Natural Nacional de Doñana. Otra amenaza importante es el tráfico rodado. Por último, el lince ibérico, al igual que otros carnívoros amenazados de la Península Ibérica (águila ibérica, lobo, alimoche), es víctima habitual de cebos envenenados plantados para zorros y otros pequeños carnívoros considerados plaga. |