Apariencia del Mastador
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Esta combinación de razas produce perros bastante grandes, generalmente de entre 38,5 y 72,5 kilos, con patas largas y complexión atlética. Tienen la cabeza ancha, aunque más estrecha que la del Mastiff, y aunque a veces se transmite el hocico excepcionalmente corto del Mastiff, es más frecuente ver el hocico cuadrado y de longitud media del Labrador. El Mastador puede tener arrugas alrededor del hocico, sus ojos almendrados pueden ir del marrón oscuro al casi negro, pasando por el color avellana, y sus orejas triangulares tienen las puntas redondeadas y cuelgan pegadas a los lados de la cabeza, enmarcando su cara. El pelaje de este cruce es de doble capa, y consiste en una capa interna densa y resistente al agua que está cubierta por una capa corta y relativamente gruesa de pelo liso pegado a la piel, aunque la herencia del Labrador Retriever a veces puede aportar una ligera ondulación al pelaje. Los mastadores suelen ser de colores sólidos, con varios tonos de negro, marrón y dorado, y a menudo tienen marcas negras o blancas en las patas y el pecho. Las máscaras negras también suelen ser transmitidas al Mastador por el Mastiff. |
Temperamento del Mastador
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Este cruce es generalmente una raza amistosa y sociable, aunque pueden ser más reservados que extrovertidos, y es probable que se transmitan ciertos instintos protectores a través de la raza Mastiff. El Mastador es un perro muy grande y poderoso que puede ser un poco exuberante, especialmente durante su larga adolescencia, y cualquier interacción entre los niños y estos perros debe ser estrechamente supervisada para evitar tensiones musculares y articulares por parte del perro o golpes y magulladuras por parte del niño. Estos perros de tamaño grande a gigante suelen ser amistosos y dóciles con los extraños y otros animales, pero una socialización adecuada y un adiestramiento temprano ayudarán a consolidar plenamente estas tendencias y a evitar que arraigue la timidez, el miedo o la agresividad. Este perro debería ser muy adiestrable en la mayoría de los casos, especialmente si el adiestramiento se inicia a una edad temprana; sin embargo, la terquedad puede ser un problema y se requerirá paciencia. |
Necesidades y actividades del Mastador
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El Labrador Retriever es una raza activa y atlética que requiere mucho ejercicio diario. Afortunadamente para los propietarios de híbridos de Mastador, el Mastiff es un perro mucho más plácido y no requiere tanta actividad como el Labrador Retriever. En la mayoría de los casos, este cruce en particular se contenta con una o dos horas de actividad vigorosa. Tanto el Labrador Retriever como el Mastiff son conocidos por su comportamiento bullicioso cuando son jóvenes y, aunque el Mastiff suele superar esta etapa, algunos Labradores siguen siendo peleones durante toda su vida. Es importante recordar que demasiada actividad y actividades que impliquen saltar pueden causar estrés y dañar las articulaciones de perros muy grandes y gigantes como el Mastador. Aunque el perro no parezca cansado, los paseos deben ser frecuentes pero relativamente cortos. Hay que tener cuidado de reducir la tensión en los huesos y articulaciones en crecimiento en cada oportunidad, un agradable paseo largo sin impacto complacerá al Mastador. Este perro necesita mucho espacio y, aunque algunos candidatos maduros pueden adaptarse a la vida en un piso, la mayoría son demasiado activos y se adaptan mejor a un espacio más grande con patio. |
Mantenimiento del Mastador
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El Mastador no tiene grandes necesidades de aseo, su pelaje es generalmente corto y rígido, lo que le hace bueno para eliminar la suciedad y el agua, por lo que en condiciones ideales sólo debería necesitar un baño unas pocas veces al año. Este perro, al ser muy atlético y amante del agua, puede tener una acumulación de levaduras o bacterias en el oído si no se controla. Se recomienda limpiar y secar el oído al menos dos veces por semana, e incluso más a menudo si su Mastador nada a diario. Debido a su naturaleza muy activa, la observación de su forma de andar y el examen del estado de sus almohadillas deben incluirse en la rutina de aseo. El cepillado semanal ayudará a distribuir los aceites saludables naturales del perro por todo el pelaje y a eliminar el pelo suelto. |