Lobo dorado africano

Es un animal salvaje

Origen
Norte de África
Traducción
Francis Vandersteen
La tenencia de este animal no está autorizada Real Decreto por el que se fija la lista de mamíferos no destinados a la producción que se pueden tener (M.B. 24.08.2009)
El lobo dorado africano (Canis anthus), también conocido como lobo dorado o lobo africano, es un cánido autóctono del norte y noreste de África. La especie es común en el noroeste y noreste de África, desde Senegal hasta Egipto en el este, en un área que incluye Marruecos, Argelia, Túnez y Libia en el norte hasta Nigeria, Chad y Tanzania en el sur. Es un cánido adaptado al desierto, y es común en llanuras y zonas esteparias, incluidas las que carecen de agua abundante. En el Atlas, se le ha visto a altitudes de hasta 1.800 metros. Se alimenta principalmente de invertebrados y mamíferos del tamaño de un cervatillo de gacela, aunque a veces captura animales más grandes. También se alimenta de cadáveres de animales, desechos humanos y fruta. El lobo africano es un animal monógamo y territorial, cuya estructura social incluye crías de un año que permanecen con la familia para ayudar a criar a los cachorros más jóvenes de sus padres.

Anteriormente se había clasificado como una variante africana del chacal dorado euroasiático, y al menos una subespecie (Canis anthus lupaster) se había clasificado como lobo gris. En 2015, una serie de análisis del ADN mitocondrial y del genoma nuclear de la especie demostraron que, de hecho, era distinta del chacal dorado y del lobo gris, y que estaba más estrechamente emparentada con los lobos grises y los coyotes. No obstante, sigue siendo lo bastante parecido al chacal dorado como para producir descendencia híbrida, como indican las pruebas genéticas realizadas con chacales en Israel y un experimento de cruce en cautividad del siglo XIX. Como la página de la UICN sobre el chacal dorado no se ha actualizado desde 2008, aún no ha reconocido el carácter distintivo del lobo africano, por lo que no se ha evaluado su estado de conservación y no se dispone de una estimación fiable de su población.

Desempeña un papel importante en algunas culturas africanas; en el folclore magrebí y egipcio se le considera un animal indigno cuyas partes del cuerpo pueden utilizarse con fines medicinales o rituales, mientras que en la religión Serer de Senegal se le tiene en gran estima por ser la primera criatura creada por el dios Roog.

El tamaño del lobo africano es intermedio entre el de los chacales africanos (C. mesomelas y C. adustus) y el de las subespecies más pequeñas de lobo gris; ambos sexos pesan entre 7 y 15 kg y miden 40 cm de altura. Sin embargo, existe un alto grado de variación en el tamaño desde el punto de vista geográfico, siendo los ejemplares de África occidental y septentrional más grandes que sus primos de África oriental. Tiene el hocico y las orejas relativamente largos, mientras que la cola es relativamente corta, de 20 cm de longitud. El color del pelaje varía individual, estacional y geográficamente, aunque la coloración típica es de amarillenta a gris plateada, con las extremidades ligeramente rojizas y manchas negras en la cola y los hombros. Las marcas en la garganta, el abdomen y la cara suelen ser blancas, y los ojos son de color ámbar. Las hembras tienen de dos a cuatro pares de pezones. Aunque superficialmente es similar al chacal dorado euroasiático (sobre todo en África oriental), el lobo dorado africano tiene un hocico más puntiagudo y dientes más afilados y fuertes. Las orejas son más largas en el lobo africano y el cráneo tiene la frente más alta.

En África Occidental, el lobo africano se limita principalmente a presas pequeñas, como liebres, ratas, topos y ratas de caña. Otras presas son lagartos, serpientes y aves que anidan en el suelo, como francolines y avutardas. También consume grandes cantidades de insectos, como escarabajos peloteros, larvas, termitas y saltamontes. También mata gacelas jóvenes, duiqueros y facóqueros. En África oriental, consume invertebrados y fruta, aunque el 60% de su dieta consiste en roedores, lagartos, serpientes, aves, liebres y gacelas de Thomson. Durante la época de parto de los ñus, los lobos africanos se alimentan casi exclusivamente de su placentaaa. En los cráteres del Serengeti y del Ngorongoro, menos del 20% de su dieta procede de la caza con trampas. En Senegal, donde coexisten C. a. anthus y C. a. lupaster, se aprecia cierto grado de segregación de nichos en su elección de presas; se dice que el primero se alimenta principalmente de corderos, mientras que el segundo depreda animales de mayor tamaño, como ovejas, cabras y vacas.

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