Lobo rojo

Es un animal salvaje

Origen
U.S.A.
Traducción
Francis Vandersteen
La tenencia de este animal no está autorizada Real Decreto por el que se fija la lista de mamíferos no destinados a la producción que se pueden tener (M.B. 24.08.2009)
El lobo rojo Canis lupus rufus es el único lobo superviviente que ha evolucionado en Norteamérica. Fue identificado en 1851 por los naturalistas John Audubon y John Bachman como la especie Canis rufus, distinta del lobo gris Canis lupus. Sin embargo, existe una disputa actual entre los biólogos sobre si el lobo rojo es una especie verdadera o un híbrido causado por el cruce de coyotes y lobos grises. En defensa del derecho del lobo rojo a reclamar su propia especie, aunque los primeros ejemplares sugieren que empezó a cruzarse con el coyote Canis latrans hacia 1900, no hay pruebas de que el lobo rojo sea un híbrido del lobo gris y el coyote.

Una creencia común es que el coyote, el lobo gris y los lobos del este de Norteamérica descienden todos de un antepasado prehistórico, el Canis edwardii de la época del Pleistoceno. Por tanto, se cree que los lobos del este de Norteamérica evolucionaron hasta convertirse en el lobo actual y el lobo rojo. Sin embargo, con todo esto, el lobo rojo fue clasificado recientemente, en 2005, como subespecie del lobo gris Canis lupus rufus. Además, se cree que Canis edwardii ha evolucionado más recientemente a Canis armbrusteri.

El lobo rojo estuvo presente en el sureste de Estados Unidos, desde la costa atlántica hasta el centro de Texas y desde la costa del Golfo hasta el centro de Misuri y el sur de Illinois. Es posible que se diera hasta Maine. El hábitat natural del lobo rojo puede variar entre 65 y 130 kilómetros cuadrados. Cualquier terreno que proporcione alimento, agua y abundante vegetación sería un hábitat viable para el lobo rojo.

Los lobos rojos son más pequeños que los grises, con cabezas más delgadas y alargadas y pelaje más corto y áspero. En comparación con el coyote, son más altos y robustos, con patas más largas y orejas más grandes. Las medidas del lobo rojo varían de 38 a 41 cm de altura de los hombros, de 1,40 a 1,65 m de longitud (de la nariz al final de la cola), y pesa entre 18 y 41 kg. Su color suele ser principalmente marrón con colores mezclados que van del rojo canela al casi negro. También son comunes las marcas claras sobre los ojos.

Se sabe que los lobos rojos cazan principalmente al anochecer y/o al amanecer. Se alimentan principalmente de animales pequeños y medianos como urogallos, mapaches, conejos, liebres, roedores, carroña y ganado doméstico. También se alimentan de ciervos de cola blanca jóvenes cuando están disponibles. Aparte de los pollos de las praderas, los lobos rojos rara vez se alimentan de aves.

La época de apareamiento es en febrero y marzo, y la gestación dura unos 60 días. En abril o mayo nace una media de 3 a 6 cachorros. Suelen permanecer con la manada entre 15 y 20 meses, y alcanzan la madurez sexual en torno a los 22 meses. Madre y padre suelen emparejarse de por vida y ambos participan en la crianza de sus hijos. La manada suele estar formada por la familia inmediata. Sus madrigueras se forman alrededor de vegetación densa, la orilla de un río, un tocón de árbol vacío o la guarida abandonada de otra criatura.

Entre 1900 y 1920, los lobos rojos fueron exterminados de la mayor parte de su área de distribución mediante programas de control de predadores con veneno, así como mediante la caza y el trampeo intensivos. En 1980, el Canis rufus, que habitaba la mayor parte del sureste de Estados Unidos, fue declarado extinto en estado salvaje.

A finales de la década de 1970 se capturaron 40 lobos rojos, 14 de los cuales resultaron ser genéticamente puros y se utilizaron para la cría en cautividad. Desde 1987, se han reintroducido cientos de lobos rojos en la naturaleza. Sin embargo, algunas personas siguen percibiéndolos como intrusos indeseables y los cazan. Además, sigue existiendo la amenaza de hibridación con el coyote.