Dar a luz o parir |
LAS 3 FASES DEL PARTO
En todas las especies animales, al igual que en el ser humano, el parto se desarrolla en 3 fases sucesivas. Si una de estas fases no se desarrolla correctamente o es incompleta, todo el proceso del parto se ve comprometido:
- Etapa I: empiezan a producirse contracciones uterinas, pero al principio son imperceptibles desde el exterior (inicio del parto). Al mismo tiempo, el cuello del útero se abre y se dilata para permitir el paso del recién nacido.
- Etapa II: los fetos son expulsados uno a uno.
- Etapa III: corresponde a la expulsión de las placentas.
Las etapas II y III suelen ser mixtas en las perras, y la salida de cada cachorro suele ir seguida de la de su placenta unos minutos más tarde. A veces, estas etapas se solapan y dos cachorros salen antes que las dos placentas.
SIGNOS DE ALERTA
1 - SIGNOS FÍSICOS
La aparición de leche en la ubre no es un signo muy fiable, ya que puede producirse en momentos diferentes de una perra a otra. En las perras que han parido varias veces, suele ser visible aproximadamente una semana antes del parto. Pero en las perras jóvenes que paren por primera vez, no es raro que este signo aparezca sólo 2 ó 3 días antes del parto. Por último, en las «pobres lecheras», a veces no hay leche hasta después del nacimiento de los cachorros, es decir, después del parto.
Durante la última semana, se produce una dilatación y relajación de la vulva, que se hace muy evidente 48 horas antes del parto. Una vez más, esto es menos perceptible en las perras con su primera camada. Los ligamentos de la pelvis se estiran para permitir el paso de los cachorros, lo que da lugar a un aspecto inclinado de los cuartos traseros, con los huesos pélvicos más salientes y la cola más alta (se dice que la perra parece «rota»).
En las últimas horas antes del parto, el tapón mucoso del cuello uterino se derrite y un líquido desciende por la vulva. Esto suele ser una buena señal de que el parto está a punto de comenzar. Justo antes de que salga el primer cachorro, suele haber una secreción verdosa por la vulva. Esto se debe al desprendimiento de la placenta, que provoca la liberación de un pigmento derivado de la hemoglobina llamado uteroverdina. Por lo tanto, esta sustancia de color verde oscuro colorea los líquidos emitidos por la vulva a lo largo del parto. No te asustes, ¡es normal!
2 - SIGNOS DE COMPORTAMIENTO
En las últimas 12 a 36 horas antes de que nazcan los cachorros, y a veces hasta una semana antes del parto, el útero empieza a contraerse. En esta fase, estas contracciones son imperceptibles desde el exterior, pero provocan un cambio en la actitud de la perra. Suele estar agitada, preocupada y jadeante. Las perras jóvenes pueden mostrar signos de irritación, arañando el suelo furiosamente con las patas delanteras o moviéndose en todas direcciones de forma excesiva. En tales casos, deben ser confinadas en un área más pequeña para evitar que los cachorros mueran al nacer por culpa de una madre demasiado inquieta.
EL PARTO :
CUIDADO CON LAS SEÑALES DE ADVERTENCIA ENGAÑOSAS
Las señales que se dan en el texto de este libro como indicadores de que el parto es inminente no son en absoluto fiables al 100%. Por ejemplo, algunas perras empiezan a rascarse el suelo varios días, a veces una semana, antes del parto. La secreción translúcida, señal de que el cuello uterino se está abriendo, puede aparecer varios días antes del parto, al igual que un descenso de la temperatura rectal.
En caso de duda, no hay que fiarse de un solo signo, sino tener en cuenta una serie de cosas y observaciones sobre la perra para predecir cuándo llegarán los recién nacidos.
Algunas perras se aíslan en el lugar que han elegido para parir (armario, cama, cesta...) y a veces hacen un burdo intento de preparar una especie de nido con trapos o trozos de papel. Por último, algunas hembras buscan la soledad y parecen más distantes. Otras, en cambio, buscan la presencia de su amo, siguiéndole por la casa allá donde vaya.
Por último, la mayoría de las hembras se niegan a comer en las horas previas al parto, lo que suele ser una buena señal.
3 - SEÑALES FUNCIONALES
El parto se desencadena por cambios hormonales. La progesterona, que, como hemos dicho, se segrega durante toda la gestación, empieza a descender ligeramente en la sangre en las dos últimas semanas de gestación. Pero en las últimas 48 horas antes del parto, los niveles de progesterona en sangre caen en picado hasta casi cero.
Este descenso de la progesterona es absolutamente esencial para el inicio del parto. De hecho, determina la eficacia de la hormona de contracción uterina oxitocina, de la que hablaremos más adelante. Mientras los niveles de progesterona sean elevados, la oxitocina no podrá actuar sobre el útero, debido a la falta de puntos de acción (receptores).
Como los niveles de progesterona pueden medirse ahora en las consultas veterinarias, es posible determinar de este modo si la perra está a término.
PLANIFICACIÓN DEL PARTO:
LAS VENTAJAS DEL ANÁLISIS DE PROGESTERONA
Al final de la gestación, los niveles de progesterona, la hormona del embarazo, descienden en las últimas 24 a 48 horas antes del parto. Es más, el parto no puede tener lugar a menos que los niveles de progesterona hayan descendido a un nivel basal.
Ahora que todos los veterinarios en activo disponen de esta dosificación, es posible determinar si una perra está a término o no. Como la duración aparente de la gestación es muy variable, esto reduce la incertidumbre, en vísperas de un fin de semana, por ejemplo. También ayuda a evitar un pánico innecesario durante el periodo postérmino, cuando la perra aún no ha parido a sus cachorros a los 66 ó 67 días de gestación, si te das cuenta de que aún no ha llegado a término.
En las razas en las que las cesáreas son frecuentes (Bulldog Inglés, por ejemplo), se pueden medir los niveles de progesterona en los últimos días de gestación para evitar realizar la operación demasiado pronto y aumentar así la vitalidad y las posibilidades de supervivencia de los cachorros tras la operación.
CONTROLAR LA APERTURA DEL CUELLO UTERINO
A pesar de los numerosos estudios realizados en mujeres, aún no sabemos cómo controlar eficazmente la apertura del cuello del útero antes del parto. Por ello, no es posible inducir el parto antes de que el cuello del útero se haya abierto.
En las mujeres, los geles a base de prostaglandinas (Prepidil ND) se utilizan con un éxito razonable para dilatar el cuello uterino. Se desconoce su eficacia en las perras.
Además, en la perra, aparte de las razas pequeñas que pueden examinarse más fácilmente, la profundidad de la vagina hace imposible visualizar el cuello uterino y su abertura mediante un simple examen ginecológico.
Por lo tanto, nunca deben inducirse contracciones uterinas si el primer cachorro aún no ha salido o al menos no ha entrado en el tracto genital.
Esta disminución de la progesterona provoca un descenso de la temperatura rectal. Por lo tanto, en los últimos días es aconsejable tomar la temperatura de la perra por la mañana y por la noche, y normalmente se debería observar un descenso de alrededor de 1 grado en comparación con la media de los días anteriores en las 12 a 24 horas previas al parto. La temperatura debería volver a subir antes del parto. Por desgracia, este signo no siempre es fiable: en algunos casos, la temperatura baja varias veces en los últimos 3 ó 4 días de gestación, y a veces no vuelve a subir después de bajar. No obstante, este signo es una buena indicación para el propietario de que todo está listo y puede investigarse fácilmente.
EL PROCESO DE NACIMIENTO
- TIEMPOS DE EXPULSIÓN
La duración normal de todo el proceso de parto, es decir, la expulsión de todos los cachorros desde el primero hasta el último, es extremadamente variable y depende, por supuesto, de la raza, del tamaño de la camada y de si la madre ya ha parido o no. En general, todo el parto se produce en 4 a 8 horas, con extremos de hasta 24 a 36 horas en hembras jóvenes primíparas (es decir, que dan a luz por primera vez), o en camadas de 10 o más cachorros, es decir, en razas medianas o grandes.
El tiempo que tarda cada cachorro en ser expulsado también varía mucho, desde unos minutos hasta una hora y media. A menudo, el primer cachorro sale más lentamente y los siguientes más rápidamente. El tiempo medio entre la expulsión de cada cachorro es de 20 a 30 minutos. Una vez más, esto es muy variable. De hecho, al final del parto y debido a la fatiga, el tiempo suele aumentar. Se ha observado incluso que algunas perras expulsan a sus últimos cachorros tras 12 o incluso 24 horas de reposo aparente. En la práctica, sin embargo, conviene recordar que si un cachorro que aparece en la vulva no ha salido al cabo de una hora, hay que hablarlo con un veterinario, y que si hay un retraso de más de 3 ó 4 horas entre el nacimiento de dos cachorros sucesivos, es mejor consultar o al menos pedir consejo a un facultativo.
- NACIMIENTO DEL CACHORRO
En general, la perra se tumba de lado. A veces se pone en cuclillas, en una posición que recuerda a la defecación. Se aprecian fuertes contracciones en el abdomen, que rápidamente dan lugar a la aparición de una bolsa de color verdoso en la vulva. Se trata del cachorro rodeado por su amnios. A veces, esta bolsa estalla espontáneamente o es perforada por la madre al lamerse la zona genital. No hay por qué preocuparse.
A menudo, el cachorro es expulsado muy rápidamente por una contracción algo más potente que las anteriores. La madre suele desgarrar la bolsa circundante en un plazo de 30 segundos a 2 minutos. Si no es así (por ejemplo, cuando la madre es inexperta o en razas con «cara plana» en las que la implantación de los dientes no permite desgarrar la bolsa), ésta debe romperse, ya que de lo contrario el cachorro, que empieza a respirar, corre el riesgo de ahogarse. A menudo, el cordón umbilical no se rompe en esta fase.
La placenta sale después del cachorro en 5 o 10 minutos. A menudo se la come la madre, que también corta el cordón umbilical si el criador no lo ha hecho ya.
En el 60% de los casos, el cachorro nacerá en presentación anterior: la cabeza primero. En este caso, las patas deben estar extendidas a ambos lados de la cabeza. Del mismo modo, cuando el cachorro nace en presentación posterior (en el 40% de los casos), las extremidades deben estar extendidas. Esto significa que si introduces un dedo en la vagina, debes sentir las dos patitas. En presentación anterior, también debes sentir el hocico del cachorro. Si falta una de estas sensaciones, existe una mala posición que podría impedir la expulsión.