En homenaje a A Socks, nuestro amigoGracias a Claude |
Fuimos a buscarte en marzo de 1999 para darle un compañero de juegos a Clint, nuestro otro Setter. Clint era tu modelo a seguir, tu "hermano mayor". Durante ocho años fuisteis inseparables y los dos unos compañeros maravillosos. Nuestros hijos y nosotros estábamos muy contentos de tener dos compañeros tan cercanos. El 27 de febrero de 2007 tu hermano nos dejó de repente. Y desde entonces nunca has sido feliz. Todos los días te llevaba al trabajo y te ponías a los pies de mi mesa. Este verano tuviste un poco de tos; nada de qué preocuparse, pensamos. Te bañabas en el mar azul y tu comportamiento nos parecía normal, aparte de una pérdida de peso que achacábamos a tu constante tristeza. En septiembre te trataron con antibióticos, y cuando el tratamiento fracasó, nuestro veterinario te hizo una serie de pruebas. El veredicto llegó a mediados de octubre: cáncer de pulmón con metástasis, tratamiento paliativo. Probé tratamientos alternativos sin creer realmente en ellos. Luchó como un buen perro. Hace ocho días, en una reunión familiar, estabas muy contento de volver a ver a tu abuela, pero ocurrió algo increíble: mientras hablábamos, se te cayeron las lágrimas de los ojos. Llevas toda la semana luchando, pero cada día estás más débil. Anoche, 9 de noviembre, te negaste a comer, te levantaste con mucha dificultad y fuiste a tumbarte fuera, en la hierba. Luchamos por llevarte dentro y te tumbaste jadeando. Tuve que tomar la decisión que había estado posponiendo, y nuestro veterinario vino a poner fin a este calvario. Socks, eras un perro extraordinario; estabas a la sombra de Clint, pero la marcha de Clint reveló a un animal tan inteligente como sensible. Espero sinceramente que volváis a jugar juntos. Adiós Socks. |