En homenaje a

Adiós Isba


Gracias a

Aurélie

Me gustaría recordar a mi perra Isba.

Hace 4 años, la adopté en el balneario de Romagné, tenía aproximadamente 8 años.

Ayer, 14 de febrero de 2008, tuve que llevarla al veterinario para su última visita porque tenía un tumor ganglionar que le impedía comer y beber.

Tenía sus altibajos, pero había llegado el momento de poner fin a su sufrimiento.

Era una perra que cada día revelaba un poco más de su sorprendente y leal personalidad.

Nos lo dio todo, a pesar de la confianza que parecía haber perdido en las personas.

Era un manojo de afecto, felicidad y alegría de vivir, y un modelo de tolerancia y paciencia, con un carácter tímido al que no se podía pinchar demasiado.

Era un encanto y no dejo de llorarla, aunque está mejor donde está que tambaleante y cansada.

Un perro es único, así que ¿cómo se supera el dolor de perderlos ?
¿Por qué duele tanto esta realidad cuando sabemos que las cosas son así ?
Podemos hacer todo lo posible para que sean felices, para que estén bien, y decirnos a nosotros mismos que ese día está muy lejos, pero eso no cambia nada, nos están dejando y nada puede curar esta herida.

Adiós Isba.

Te queremos.

Te queremos.

Por siempre jamás.

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