Perro San Bernardo |
||
FCI Standard Nº 61 |
||
Origen |
Suiza | |
Traducción |
Brígida Nestler Supervisión técnica: Sr. Miguel Ángel Martínez y Jorge Nallem |
|
Grupo |
Grupo 2 Perros tipo Pinscher y Schnauzer, Molosoides y perros tipo montaña y Boyeros suizos | |
Sección |
Sección 2.2 Molosoides – tipo montaña | |
Prueba de trabajo |
Sin prueba de trabajo | |
Reconocimiento a título definitivo por la FCI |
sábado 28 agosto 1954 | |
Publicación del estándar oficial válido |
lunes 04 abril 2016 | |
Última actualización |
lunes 03 septiembre 2018 | |
En français, cette race se dit |
Chien du Saint-Bernard | |
In English, this breed is said |
St. Bernard | |
Auf Deutsch, heißt diese Rasse |
St. Bernardshund | |
In het Nederlands, wordt dit ras gezegd |
Sint Bernard |
Utilizacion |
De compañía, perro de guardia y de granja. |
Breve resumen historico |
En el paso de montaña del Gran Monte St. Bernhard, a 2469 metros sobre el nivel del mar, unos monjes fundaron en el siglo XI un hospicio como refugio para viajeros y peregrinos. Allí se criaron, desde mediados del siglo XVII, perros grandes de montaña para guardia y vigilancia. La existencia de aquellos perros está documentada gráficamente desde 1695 y por escrito en unas crónicas del hospicio desde el año 1707. Estos perros pronto se utilizaron como perros de escolta y, especialmente, como perros de salvamento para viajeros perdidos en la niebla y la nieve. Existen crónicas publicadas en muchos idiomas sobre las numerosas vidas que fueron salvadas por estos perros de la "muerte blanca" y relatos de soldados que cruzaron el paso de montaña con Napoleón Bonaparte hacia 1800, que extendieron la fama del perro de San Bernardo por toda Europa en el siglo XIX. Ya llamado por aquel entonces "Barry-Hund", el legendario "Barry" se convirtió en el símbolo del perro de rescate. Los antepasados directos del perro de San Bernardo fueron los perros de gran tamaño de campesinos, comunes en la región. En pocas generaciones y apuntando a un tipo ideal definido, estos perros evolucionaron en el tipo actual de la raza. Heinrich Schumacher de Holligen, cerca de Berna, fue el primero, que comenzó a emitir documentos genealógicos para sus perros en 1867. En febrero de 1884 se abrió el "Schweizerische Hundestammbuch (libro de raza suizo, SHSB) El libro de Registros Genealógico Caninos había comenzado. El primer registro fue el del perro de San Bernardo "León", a la que siguieron otras 28 anotaciones también de perros de San Bernardo. El 15 de marzo de 1884 se fundó el "Schweizerische St. Bernhardsclub" (Club Suizo del perro de San Bernardo) en Basilea. En ocasión de un Congreso Canino internacional celebrado el 2 de junio de 1887, el perro de San Bernardo fue reconocido oficialmente como raza Suiza y el estándar de la raza fue declarado como obligatorio. Desde entonces el San Bernardo se ha convertido en el perro nacional Suizo. |
Aspecto general |
Existen dos variedades del San Bernardo: • Variedad de pelo corto (manto doble, “Stockhaar”) • Variedad de pelo largo Las dos variedades son de tamaño considerable y una apariencia general impresionante. Tienen un cuerpo balanceado, poderoso, fuerte y musculoso con una cabeza impresionante y una expresión facial alerta. |
Proporciones importantes |
• La proporción deseada entre la altura de la cruz y la longitud del cuerpo (medida desde la punta del hombro hasta la punta de la nalga) es de 9 : 10. • La proporción deseada entre la altura a la cruz y de la profundidad del pecho se refleja en el bosquejo del principio. • La longitud total de la cabeza es ligeramente mayor que la tercera parte de la altura de la cruz. • La proporción entre la profundidad del hocico (medida en su raíz) y su longitud es aproximadamente 2 : 1. • La longitud del hocico es ligeramente mayor que la tercera parte de la longitud de la cabeza. |
Temperamento / comportamiento |
Amigable por naturaleza. Temperamento tranquilo a alegre; vigilante. |
Cabeza |
||
Region craneal |
||
Cabeza |
Poderosa, imponente y muy expresiva. | |
Cráneo |
Fuerte, ancho, visto de perfil y de frente ligeramente redondeado. Cuando el perro está alerta, la inserción de las orejas y la parte superior del cráneo forman una línea recta que se inclina a los lados en una curva suave hacia las mejillas fuertemente desarrolladas. La frente cae abruptamente hacia el hocico. El hueso occipital está sólo moderadamente desarrollado, arcos superciliares fuertemente desarrollados. El surco frontal, que comienza en la base de la frente, se desarrolla marcadamente y se extiende hasta justo el medio del cráneo. La piel de la frente forma ligeras arrugas por encima de los ojos que convergen hacia el surco frontal. Cuando el perro está atento son moderadamente visibles; de lo contrario, son más bien discretas. | |
Depresión naso-frontal (stop) |
Claramente pronunciado. |
Facial region |
||
Trufa |
Negra, ancha y cuadrada. Narinas bien abiertas. | |
Hocico |
De ancho uniforme. La caña nasal es recta, con un ligero surco. | |
Belfos |
Borde de labios pigmentados de negro. Belfos de la mandíbula superior fuertemente desarrollados, firmes y no demasiado péndulos, formando una amplia curva hacia la nariz. La comisura labial permanece visible. | |
Mandíbulas / Dientes |
Mandíbula superior e inferior fuertes, anchas, de igual largo. Mordida regular y completa en tijera o pinza, bien desarrollada, Se acepta un ligero prognatismo inferior, siempre que los incisivos superiores e inferiores no pierdan contacto. Se tolera la ausencia de PM1 (premolares 1) y de los M3. | |
Ojos |
De tamaño mediano. Color marrón oscuro a avellana. De inserción moderadamente hundida con una expresión amistosa. Se desea una natural tirantez de los párpados. Un muy pequeño pliegue está permitido en el párpado inferior con la conjuntiva sólo muy ligeramente visible como también un pequeño pliegue en el párpado superior está permitido . Los bordes de los párpados completamente pigmentados. | |
Orejas |
De tamaño medio, de inserción alta y ancha. Pabellón muy desarrollado. Lóbulos suaves en forma de triángulo con la punta redondeada. El borde posterior ligeramente es separado de la cabeza, mientras que el anterior se ajusta a las mejillas. |
Cuello |
Fuerte y de buen largo. La papada y la piel suelta en el cuello moderadamente desarrolladas. |
Cuerpo |
||
Generalidad |
Imponente, balanceada, impresionante y bien musculoso. | |
Cruz |
Bien definida. | |
Espalda |
Ancha, fuerte, firme. Línea superior recta y horizontal hasta el lomo. | |
Grupa |
Larga, apenas inclinada, uniéndose suavemente con la raíz de la cola. | |
Pecho |
Caja torácica moderadamente profunda con las costillas bien arqueadas, pero no en forma de barril. No debe llegar más abajo de los codos. | |
Línea inferior |
Retrayéndose ligeramente hacia atrás. |
Cola |
De base ancha y fuerte. Cola larga y pesada. La última vértebra debe llegar por lo menos hasta la articulación del corvejón. En reposo debe colgar recta hacia abajo o ligeramente curvada hacia arriba en el último tercio. En estado de atención puede estar más elevada. |
Extremidades |
Miembros anteriores |
||
Generalidad |
Los miembros anteriores son rectos y paralelos vistos de frente. De pie moderadamente ancho. | |
Hombro |
Escápulas oblicuas, musculosas y bien unidas a la pared del pecho. | |
Brazo |
Más largos que las escápulas. El ángulo entre las escápulas y los brazos no deben ser demasiado abiertos. | |
Codo |
Pegados al cuerpo. | |
Antebrazo |
Rectos, de hueso robusto y musculatura seca. | |
Metacarpo |
Vistos de frente deben ser verticales en su prolongación con el antebrazo. Vistos lateralmente deben estar ligeramente oblicuos. | |
Pies delanteros |
Anchos, con dedos fuertes, juntos y muy arqueados. |
Miembros posteriores |
||
Generalidad |
Miembros posteriores moderadamente angulados y musculados. Vistos desde atrás deben estar paralelos y no juntos. | |
Muslo |
Fuertes, musculosos y anchos. | |
Pierna |
Oblicuas y bastante largas. | |
Rodilla |
Bien anguladas y sin girarse hacia adentro ni hacia fuera. | |
Metatarso |
Vistos desde atrás son rectos y paralelos entre si. | |
Corvejón |
Moderadamente angulados y firmes. | |
Pies traseros |
Anchos, con dedos fuertes, juntos y muy arqueados. Espolones tolerados si no obstaculizan el movimiento. |
Movimiento |
Armonioso, con buen alcance y buen empuje de los miembros posteriores, la espalda permanece firme y estable. Los miembros anteriores y posteriores deben avanzar en línea recta. |
Manto |
||
Pelo |
• Variedad Pelo corto (pelo doble): Capa externa densa, lisa y pegada al cuerpo y gruesa. Con abundante lanilla interna espesa. Muslos con fleco de pelo no muy notable. Cola cubierta con pelo espeso. • Variedad Pelo largo: Capa externa de pelos de longitud media con abundante lanilla interna. Pelo corto en la cara y las orejas, sobre la cadera y la grupa, el pelo puede ser algo ondulado. Miembros anteriores con flecos. Muslos con flecos de pelo abundante. Cola con abundante pelo. |
|
Color |
Color base blanco con manchas rojas claras pequeñas o más grandes (perros manchados) hasta un manto de color rojo claro a oscuro ininterrumpido sobre el dorso y los flancos (perros con manto). Un manto de color marrón rojizo interrumpido es de igual valor. El color marrón-rojizo atigrado se permite. El color marrón amarillento es tolerado. Son deseables sombreados oscuros en la cabeza. Se toleran unos ligeros vestigios de sombreadonegro en el cuerpo. Marcas blancas requeridas: Pecho, pies, punta de la cola, banda sobre el hocico, estrella y mancha en el cuello. Marcas deseables: Collar blanco. Máscara oscura simétrica. |
Tamaño y peso |
||
Altura a la cruz |
Altura a la cruz mínima: Machos: 70 cm. Hembras: 65 cm. Altura a la cruz máxima: Machos: 90 cm. Hembras: 80 cm. Los perros que sobrepasen la altura máxima no se penalizarán en el juzgamiento siempre y cuando su aspecto general sea balanceado y su movimiento correcto. |
Faltas |
• Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta, y la gravedad de ésta se considera al grado de desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro y de la capacidad del perro para realizar su tarea tradicional. • Las faltas que se enumeran deben estar en grado a su gravedad. |
Faltas generales |
Falta de características sexuales. Aspecto general no balanceado. Hocico demasiado corto o demasiado largo. Belfos de la mandíbula inferior girados hacia afuera. Ausencia de dientes excepto los PM1 (premolar 1) y los M3. Dientes pequeños (sobre todo los incisivos). Prognatismo inferior leve. Ojos claros. Párpados demasiado flojos. Dorso ensillado o encarpado. Grupa más alta que la cruz o muy caída. Cola llevada enrollada sobre el dorso. Ausencia de las marcas blancas requeridas. Movimiento defectuoso. Pelo rizado. Pigmentación incompleta o falta de ésta en la trufa, alrededor de la nariz, en los labios o los párpados. Color básico incorrecto, pe pequeñas salpicaduras o manchitas de color marrón-rojizo en el blanco. |
Faltas graves |
Extremidades demasiado cortas en relación con el tamaño (patas cortas). Pliegues pesados en la cabeza y el cuello. Miembros anteriores curvados o muy vueltos hacia fuera. Miembros posteriores poco angulados, con garrones apuntando hacia afuera o con garrón de vaca (garrones metidos hacia adentro). |
Faltas descalificantes: |
Agresividad o extrema timidez. Temperamento débil. Prognatismo superior, prognatismo inferior marcado. Ojos zarcos. Ectropión, entropión. Manto completamente blanco o completamente marrón rojizo (ausencia del color básico). Manto de cualquier otro color, así como narinas de color carne (sin pigmentación). Perros que no alcanzan la altura mínima. |
NB : |
• Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado. • Las faltas antes mencionadas más pronunciadas o más marcadas son eliminatorias. • Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto. • Sólo los perros funcionalmente y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza. |
Bibliografía |
https://www.fci.be/ |
Historia detallada |
Pocas razas pueden presumir de una reputación tan legendaria y tan romántica como el San Bernardo. El buen Barry y su barril de ron son legendarios, tanto que, en una encuesta, a la pregunta de qué se necesita más que un esquiador en las montañas, muchas personas respondieron sin dudarlo: un San Bernardo! Pero, ¿de dónde viene este señor de la nieve? Los rumores más descabellados han corrido en su cuenta: se dice que vendría de una única pareja hermosamente prolífica, o que el mismo San Bernardo habría tenido como acompañante. Una cosa es cierta: aunque el nombre actual del perro es relativamente reciente, el hospicio Great St. Bernard jugó un papel decisivo en la evolución de la raza. Pero la historia de amor que une a San Bernardo durante siglos con el hospicio que le dio nombre incluye un prólogo, que comenzó hace más de dos mil quinientos años, en la Alta Asiria. Los mastines asirios viajaron a Grecia, luego a Italia. Una vez en Roma, fueron nombrados "Molosses". Cuando las legiones romanas cruzaron los Alpes para unirse a Helvetia, fueron acompañados por los famosos Molosses, que se movían en grupos con los soldados, y que, especialmente de noche, custodiaban la entrada a los pasos; pero aún podían liderar las bandadas de los colonos. Estos mastines se extendieron gradualmente por toda Suiza, especialmente en los cantones de Valais y Vaud, así como en el Oberland bernés. El clima hostil y el aislamiento extremo de estos valles sin duda contribuyeron al establecimiento y desarrollo de una raza pura caracterizada por su resistencia. En 962, el Sieur Bernard de Menthon, habiendo huido de su castillo de Saboya, se refugió con el obispo de Aosta, y pronto fue nombrado archidiácono. Para el futuro, San Bernardo comenzaría una vida difícil de hombre de montaña, que lo vería, de un valle a otro, llevar la buena palabra y la comodidad a las poblaciones pobres. Los pasos de los Alpes tenían una reputación terrible en ese momento; es cierto que los bandidos locales los habían convertido hace mucho en verdaderos degolladores. Para remediar esta situación, el Sieur de Menthon fundó, en el siglo X, dos hospicios cuya vocación era recoger a todos los viajeros exhaustos. Los pases eventualmente se volvieron más seguros, y miles de soldados, mercaderes y peregrinos pudieron pasar nuevamente en paz. Los registros más antiguos sobre el hospicio y el convento del Gran San Bernardo y su misión de rescate han sido destruidos en un incendio, solo podemos suponer que los perros grandes fueron mencionados desde el principio. Hoy, los visitantes admiran en el lugar una pintura que data de 1695, que representa un perro blanco con manchas oscuras, presumiblemente un San Bernardo. Sería alrededor de 1660 que los monjes del Gran San Bernardo habrían comenzado a ser ayudados por perros, a quienes les dieron un primer papel: la guardia del hospicio. Los monjes, por tradición, recibían indiscriminadamente a todos los viajeros que solicitaban su hospitalidad, y estaban obligados a abrir sus puertas a bandidos más o menos disfrazados. Los perros fueron entonces una protección muy apreciada. El caso de treinta bandidos que, en 1787, exigieron que se abriera la caja fuerte del hospicio, después de haberse beneficiado por primera vez de la recepción de los buenos cánones. La única visión de los perros que cayeron sobre ellos fue suficiente para hacerlos huir. El St. Bernard no abrió su carrera de salvamento de nieve hasta mediados del siglo XVIII. Cada año, los monjes contrataban a un ayuda de cámara llamado "hospitalario" o "castaño de Indias", que bajaba todos los días a Bourg-Saint-Pierre, desde donde guiaba a todos los que cruzaban la montaña. Si se enteraba de que los viajeros estaban en problemas, exhaustos o sorprendidos por una avalancha, el castaño iba en busca de ellos. Muchas vidas se salvaron cada invierno. Desafortunadamente, sucedió que no pudimos encontrar a las víctimas, profundamente enterradas bajo la nieve o perdidas en los pases torcidos. Por lo tanto, en 1750, uno de estos hospitalarios tuvo la idea de entrenar a los perros que custodiaban el hospicio, con el fin de que puedan contribuir a su difícil tarea de salvavidas. Su estilo altamente desarrollado les permitió frustrar la niebla y la tormenta y encontrar a los desafortunados. A veces, este último ya no podía caminar: luego el castaño los consoló mientras sus auxiliares iban en busca de ayuda. Los perros incluso comenzaron a rescatar por su cuenta cuando sentían a una persona en peligro. También hay evidencia de este período, la de Horace Benedict de Saussure, famoso geólogo suizo, que escribió en 1789: "El castaño está acompañado por uno o dos perros grandes que están entrenados para reconocer el camino en la niebla , tormentas y grandes nieves, además de descubrir a los pasajeros que se pierden allí. Cuando las víctimas no están demasiado profundas en la nieve, los perros las descubren fácilmente, pero su instinto y su sentido del olfato no pueden penetrar en una gran profundidad; entonces la sonda religiosa la avalancha con grandes polos, de un lugar a otro. Estos métodos de rescate parecen ya muy modernos, apenas diferentes de los empleados actualmente. El pastor Bridel, del país de Vaud, también elogia "a estos perros famosos de toda Europa, de una raza tan admirable y preciosa, con un carácter extremadamente suave; nunca muerden, y rara vez ladran ante la llegada de los viajeros. A menudo van solos a encontrarse con ellos al pie de la montaña, los acarician, los guían y los llevan al convento. " Quien diga que San Bernardo en una misión dice que un barril de ron es al menos lo que quiere la imagen de Epinal. Se suponía que los perros harían beber a los viajeros medio congelados para revivirlos. Como suele ser el caso, la realidad es menos romántica que la leyenda, y el San Bernardo del hospital nunca ha usado el famoso barril. Por un lado, la ética de los monjes podría haberse opuesto, por otro lado, el alcohol está lejos de estar indicado para cualquiera que esté sufriendo de frío. Si encontramos el pequeño barril en muchos propietarios de Saint-Bernard, es solo para la decoración. De hecho, la misión de los perros era, antes que nada, identificar a las víctimas perdidas en la nieve o la tormenta, y luego rastrear, con la ayuda de su pecho, un surco en el polvo y empaquetarlo bajo sus pies. El más neófito de los cinófilos, incluso si no sabe nada de San Bernardo, sabe quién era Barry. Es en parte gracias a este salvador excepcional, famoso en todo el mundo, que la raza ha adquirido su nobleza. El nombre "Barry" tiene su historia. De hecho, es la palabra del alemán patois bari, que proviene del propio bar, que significa oso. El famoso Barry tenía que estar predestinado, porque su nacimiento coincidió casi con el paso de Napoleón Bonaparte por el paso del Gran San Bernardo, en mayo de 1800. Barry fue muy rápidamente dotado naturalmente para el trabajo en la montaña, que no era sorprender a los monjes, que lo sabían de una vieja familia de rescatadores. Meissner testificó en 1916 en Alpenrosen: "Durante doce años trabajó y fue fiel a su servicio a los pobres. Solo él ha salvado a más de cuarenta personas durante su vida. El celo que mostró fue extraordinario. Nunca tuvimos que insistir para que trabajara. Se sintió un hombre en peligro, fue en su ayuda; si no podía hacer nada, regresó al convento y pidió ayuda con sus ladridos y sus actitudes. Su hazaña más conocida es, probablemente, el rescate de este niño pequeño que se quitó del sueño lamiéndolo y llevándolo al hospital ... ¡de espaldas! La anécdota de que Barry murió al tratar de salvar a un viajero no se corresponde con la realidad. De hecho, el prior del hospital, al darse cuenta de que ya era demasiado viejo para continuar con su tarea, lo envió a Berna, donde murió en 1814, después de dos años de merecida jubilación. En 1815 fue exhibido, disecado, en el Museo de Berna. Recientemente, sus restos taxidermizados fueron reemplazados por un molde hecho de la naturaleza, que es el de un perro grande, con una constitución bastante ligera en comparación con los temas de hoy, pero cuya cabeza masiva y la totalidad del la conformación encaja bien con el estándar actual. Se le plantearon otros monumentos, en particular en el cementerio de los perros de Asnières, no lejos de París. La tradición no se extinguió con Barry, ya que Barry II y Barry III lo sucedieron. El primero, nacido a principios del siglo XX, era un animal notable, muy grande. El segundo murió durante una misión el 30 de agosto de 1910, cuando una traicionera capa de hielo lo envió a un barranco. Sin embargo, otro valiente San Bernardo tomó la antorcha. Sin embargo, las pérdidas fueron numerosas, debido a los inviernos terribles, las epidemias o los problemas de esterilidad (debido a la estrecha consanguinidad). Por lo tanto, a mediados del siglo XIX marcó un período difícil para la raza. Ya en 1820, el rey de Dinamarca había ofrecido perros de rescate a los monjes que faltaban. Pero en julio de 1855, la situación se volvió particularmente alarmante ya que solo quedaba una pareja en el hospicio. Los intentos de criar una camada sin éxito, la elección fue simple: introducir sangre nueva o perder la raza. La segunda solución es inaceptable, la primera fue utilizada. Se eligió una pareja de Terranova de la variedad en blanco y negro (Landseer). Viniendo de Stuttgart, estos perros fueron seleccionados por un lado por su vestido de urraca (los monjes con la esperanza de obtener cachorros similares a San Bernardo puro) y, por otro lado, por su capacidad de rescate en las montañas (que eran efectivamente usado con éxito en pases vecinos). Maman Saint-Bernard y Papa Newfoundland (o viceversa) tenían dos camadas de diez cachorros, dos de ellos de pelo lanoso (que recuerdan al gen de pelo largo debido al suministro de sangre de Terranova). Como después de los cruces previos, los monjes conservaban solo a los sujetos con pelo corto, el pelo largo molestaba al perro en la montaña, debido a la nieve que allí se aglutinaba. Por otro lado, el pelirrojo Saint-Bernard tuvo mucho éxito en los valles, pero sus dueños no dejaron de cruzarlos con los del hospicio, para preservar el tipo de raza. En ese momento, el San Bernardo aún no llevaba este nombre. Se los llamó perros sagrados, perros de montaña, mastines alpinos, perros de hospicio o incluso perros de carnicería (por su apetito impresionante). Cuando las hazañas de Barry fueron conocidas en todo el mundo, Barry-dogs se convirtió en su nombre más común. Fue durante la exposición canina en Birmingham en 1862 que se llamaron Saint-Bernard, un nombre que se oficializó en 1880. Luego, en 1887, Henri Schumacher, el criador que fue el verdadero artesano del rescate de la raza, Obtuvo su reconocimiento oficial y admitió su nacionalidad suiza en el Congreso Internacional de Clubes de Carreras, que se celebró en Zurich. Este legendario San Bernardo tuvo una historia muy agitada. Sin embargo, se ha mantenido simple y no ha cambiado mucho desde sus heroicos días en el hospicio. En Europa, los criadores y los clubes de cría buscan promover un perro sano y robusto sin exagerar su tamaño o peso. Por otro lado, desde 1815, cuando empezaron a interesarse en la carrera, los anglosajones han tratado de obtener sujetos cada vez más grandes, molestando a la vez a descuidar los colores y consagrar sin complejos Perros "Champion" que no tienen la banda blanca indispensable alrededor de la nariz. Sin embargo, realmente aprecian la raza, ya que entre más de 8,000 competidores, un San Bernardo ganó el título de Best in Show en 1974 en la prestigiosa exposición de Cruft. Era Ch. Burtonswood Bossyboots, propiedad de Miss Hinde. ¿Y qué ocurre con los perros de hospicio? Ya sea que los amantes de la tradición se sientan seguros, los monjes del Gran San Bernardo siempre crían a estos gigantes de la nieve. Por supuesto, es más probable que los viajeros de hoy presten el túnel cavado debajo de la montaña que el paso mismo, y los perros tienen pocos peregrinos cansados para conducir en la nieve. Cerca de veinte San Bernardo todavía viven en el hospital. Los turistas acuden de todos los países al paso para admirar a estos salvadores legendarios. La demanda de cachorros del hospicio es tan grande que los compradores primero deben registrarse en una larga lista de espera. Estas ventas son una importante fuente de ingresos para la congregación. Prueba de que, cuando ya no tienen que cumplir su misión tradicional, ¡el San Bernardo todavía sabe cómo hacerse útil! Pasear por la montaña, ver a los viajeros perdidos en la tormenta, cavar un surco en la nieve con su pecho como un quitanieves, todo esto requiere fuerza y rusticidad, ¡pero también un carácter sagrado! Si le preguntas a un propietario de St. Bernard qué lo llevó a comprar un perro tan grande, grande o voluminoso, él responderá que es (entre otras razones) su personalidad tan entrañable. Muchas razas tienen seguidores incondicionales, pero la adoración que los dueños de San Bernardo tienen por su perro es inusual. ¿Es su lado del peluche? ¿O la leyenda del perro Barry sigue siendo convincente y soñando? A San Bernardo, por definición, es grande y grande. Uno estaría tentado de pensar que su psique está en la imagen de su físico: espeso. "¡Falso! dicen los aficionados, el Saint-Bernard está dotado de una inteligencia muy fina y, además, es muy delicado para un perro de su tamaño. Esto significa que está al tanto de su masa y que no es del tipo que se vuelve loco en la sala de estar o que baila las baratijas con un golpe de cola. Dotado de un carácter calmado y tranquilo, trata de ser "muy pequeño", tan pronto como el entorno lo requiera. El conde Henri de Bylandt, el eminente cinólogo belga, dijo del Leonberg que era "un gran perro ... con quien, además de la grandeza, se excluye toda exageración". Este comentario bien puede aplicarse a San Bernardo, porque en los molosoides, esta actitud ponderada es casi una segunda naturaleza. Entonces, uno estaría tentado a preguntar, ¿puede probar ser un guardián efectivo? Cualquiera que alguna vez haya tenido a un San Bernardo cuidando su casa responderá afirmativamente. Incluso si no corresponde a las razas llamadas "de guardia y defensa" (no puede participar en las pruebas de trabajo en concurso), este perro tiene un sentido desarrollado del territorio. En el lado disuasivo, no hay problema. Un "Santo" bien plantado en sus piernas que mira directamente a los ojos no te hace reír. Y si sus advertencias no fueron suficientes, no debemos dudar de que tomaría medidas sin dudarlo. Lo más difícil sería hacer que dejara ir a su desafortunada víctima ... ¡Porque la mandíbula de un Saint-Bernard es algo! No debemos olvidar que sus antepasados lucharon con los soldados romanos, y que el gran danés es uno de sus primos, distante, sin duda, pero de todos modos. Afortunadamente, este gigante de nieve no sale de sus bisagras a menos que realmente lo empujen hasta el final. Es cierto que algunas líneas, en el pasado, produjeron sujetos susceptibles, pero una selección rigurosa permitió eliminar este defecto. El San Bernardo no ladra demasiado, y usa su buena voz cuando encuentra a un hombre herido en la nieve. El resto del tiempo, él no es muy hablador, y su rugido, particularmente sordo e inquietante, es generalmente suficiente para hacer huir a los indeseables: aquí hay un perro en quien se puede confiar, y esto en cualquier circunstancia. Se puede decir que lo que más lo caracteriza es el apego ilimitado que lo une a sus amos. Muy sensible y cariñoso, le encanta pasar horas, con su enorme cabeza en su regazo, para que le rasquen la cabeza. También disfruta largas siestas, lo que empuja a algunos idiomas malos a tratarlo como a un perezoso. Esto no es nada, como lo demuestran las largas caminatas que hace sin mostrar ningún signo de fatiga. Es cierto, sin embargo, que no tiene nada del perro pastor que tiene que trotar durante horas para sentirse mejor. Las grandes baladas son agradables, pero no esenciales, y sus maestros pueden dejarlo en casa sin mucho remordimiento. Por otro lado, sería cruel ponerlo en el enganche o perrera. Porque si él es muy complaciente cuando se trata de satisfacer a su maestro, no puede soportar que lo eliminen. Incluso un recinto limpio y bien protegido no puede satisfacerlo, y la cadena no se trata de eso. La presencia de su maestro es la condición número uno de su bienestar. Este retrato no debe empujar a algunos habitantes de la ciudad que viven en apartamentos a adquirir este gigante. Los veterinarios dicen que necesita espacio. De lo contrario, no habla bien, puede sufrir dificultades respiratorias (no olvidaremos su pronunciada parada y nariz corta) y enfermedades de la piel. La calefacción central disponible en la mayoría de los edificios puede promover la aparición de eczema. Finalmente, el perro no florece psicológicamente cuando su espacio vital está restringido. ¡Así que aire y lugar! Relaciones humanas laterales, no hay problema. Además de sus reacciones naturales de proteger a los maestros, el San Bernardo no muestra ninguna agresión. Si ese fuera el caso, su tamaño y fuerza lo harían demasiado formidable; Es por eso que los criadores se comprometen a producir temas equilibrados y tranquilos. Por lo tanto, se puede decir que, como regla, el San Bernardo es el amigo del hombre. Pero donde revela sus verdaderas cualidades de corazón es con los niños. Esta enorme y poderosa bestia de repente sabe cómo ser amable incluso frente a un poco mal asegurado. Además, si a veces se ve serio en compañía de adultos, exterioriza su naturaleza alegre, incluso traviesa, frente a los niños. Toda sabiduría, toda seriedad ha desaparecido, es entonces un San Bernardo transfigurado que uno puede observar, lleno de vida y energía. Sin embargo, nunca se deja llevar por la brutalidad y siempre es consciente de su fortaleza. Son sus paseos y la niñera de los pequeños, ayudándolos en sus viajes a veces inseguros. ¿Cuántos hijos de criadores han dado sus primeros pasos, aferrándose al pelaje de un atenta San Bernardo? ¿Y nos olvidamos del gran perro mojado de la película de Walt Disney Peter Pan? Él no era otro que nuestro buen San Bernardo. Si él es naturalmente un ardiente defensor de sus maestros y un maravilloso compañero para sus hijos, el San Bernardo también debe aprender ciertas cosas por medio de la educación. El primero es la limpieza. Es una oportunidad, el cachorro de San Bernardo está relativamente limpio y, además, aprende rápidamente. Por lo tanto, es necesario aprovechar estas dos disposiciones para enseñarle, tan pronto como llegue a casa, los buenos modales de higiene. Cuando tienes un jardín, todo se ve facilitado. La mejor solución es sacarlo tan pronto como termine su comida, y también cuando viene a beber, jugar o despertarse. En el departamento, es en hojas de periódico extendidas para este propósito que se tomarán en los horarios designados. Una cálida felicitación cuando se presentó en el lugar correcto facilitará su aprendizaje. En cuanto a la correa y el collar, procederemos sin problemas y por etapas. Al ser San Bernardo particularmente sensible, toda su educación debe hacerse en tranquilidad, regularidad y comprensión. Si sus maestros desean someterlo a un entrenamiento adicional, el Santo generalmente está cooperando. Él es dócil y de buena voluntad, y solo pide entender lo que se espera de él. Los novatos de adiestramiento de perros podrán unirse a un club especializado donde recibirán excelentes consejos. Como obedece solo para complacer a sus amos, el San Bernardo no debe ser "acosado" por un cuidador de perros voluntario. La dulzura es con él más efectiva que la brutalidad, y es mejor evitar pedir demasiado. A diferencia de los perros pastor que están esperando constantemente las peticiones del jefe, los mastines son muy calmados y deben tener momentos de recreación. Sin embargo, dado el poder de un adulto San Bernardo, es esencial que los maestros tengan el control total de su perro. Para esto, deben dominar al cachorro, suave pero firmemente, desde una edad temprana. Él no debería ser el jefe, algo que tendería a hacer si no tuviera cuidado. Atención también a los accidentes, el choque con un automóvil no sería sin consecuencias. El Santo siempre debe estar atado y educado para el retiro tan pronto como sea posible. Aquí hay un perro inteligente, talentoso y desesperado por complacer a sus amos. El santo Bernard gana para ser conocido y revelará a aquellos que quieran descubrirlos tesoros de ternura y complicidad. Mientras seas tan sensible como él, vivir con este perro puede ser un verdadero paraíso. Normal, para un santo. |